¡Qué noche la de aquel día!

La cosa comenzó con fuerza, y por parejas. En la primera de TVE, Ramón Pellicer y Ana Blanco, de cuerpo entero (para evidente incomodidad de Pellicer), al aire libre, cerca del Piruli. En Antena 3, y desde Sevilla, respirando aromas andaluces, pero protegidos tras una mesa, Manuel Campo Vidal y Olga Viza. En Tele 5, y desde el estudio habitual de las noticias, Luis Mariñas y Carmen Tomás. (Y para todas ellas, otros muchos compañeros, micrófono en mano, desperdigados por las distintas sedes). Todo estaba listo, pues, para comenzar a varear las nueces, pero en las noches electorales es siempre más el ruido que las nueces. Alguna nuez amarga, para algunos, hubo, eso sí: a los cinco minutos de comenzar, ya percibía Campo Vidal, desde su minarete sevillano, algún rostro de preocupación en el PSOE. En TVE, a los veinte minutos, Joaquín Almunia ya felicitaba democráticamente al ganador.A TVE, en ocasiones, le falló el sonido en su cadena interminable de conexiones; a veces se pisaron frase Tom Martín Benítez y Georgina Cisquella, o Pellicer y Ana Blanco (Pellicer, sin papeles en las manos, mostrando a la fuerza los calcetines y el terno completo, se comportaba con cierto desconcierto, sonriendo, las más de las veces, a destiempo; Ana Blanco, muy segura corno es, se lo comió).

Los de Tele 5, visto lo visto, fueron los primeros en cortar para la publicidad. Y tanto esa cadena como Antena 3, a la media hora, dejaron de jugar a los números y a las cifras y entraron, más o menos, en programación. Antena 3, con una teleserie (para Andalucía siguió el especial informativo), y Tele 5, con una edición extraordinaria de Este país necesita un repaso, título especialmente oportuno. Y una vez que Tele 5 se atrevió, con otros entretenimientos, a trocear la tediosa noche electoral, los otros le siguieron. Y de qué modo.

Antena 3, a lo suyo, y contestando: Lo que necesitas es amor; Canal +, con cara de honda preocupación (en este país, en que comienza a amanecer, según los gritos, "torero, torero, torero", "oé, oé, oé", de la calle de Génova, sólo dos cosas respetan su hora: los toros y las películas de Canal +), pidiendo perdón por retrasar, ¡hasta las diez y pico!, la película de la noche (¿cuál?: El cuervo); y encima, TVE dejando de emitir el programa especial en la primera para pasarlo a La 2 y echar esa película de título tan poco delicado, Hay que matar al jefe. Claro está que Tele 5, además, interrumpió Este país necesita un repaso para estrenar un bodrio americano titulado, ojo al dato, Te he pillao. Así estaban las cosas. Hay que reconocer, de todos modos, que la tertulia de Este país necesita un repaso, resultó ser lo más correcto de la noche; lo más entretenido, sin duda. Empezando por ese divertido No-Do con el resumen distorsionado de la campaña electoral, ante el que no había color si lo comparamos con las inodoras e insípidas charlas que, en TVE, intentaba mantener vivas, yendo de mesa en mesa, José Antonio Martínez Soler.

Peor aún estuvo Antena 3, dispuesta a que, una noche como aquella, no le aguara sus valiosos índices de audiencia. En la teleserie Hermanos de leche, el capítulo llevaba por título Encontrarse a sí mismo, y nuestra gran Isabel Gemio nos flechó con una rosa (blanca, por si acaso). Antena 3 no interrumpió sus éxitos cuando apareció (para felicitar democráticamente) Felipe González, ni cuando Aznar (con las cuartillas, "esta vez, sí") ni cuando los ministros barbados Belloch y Rubalcaba dieron por primera vez una aproximación. A todos esos "acontecimientos" Antena 3 llegó tarde, una vez empezados (TVE y Tele 5 sí interrumpieron sus programas).

A las 0.16 de un nuevo día, de ese lunes de "y ahora, ¿qué?", volvieron a aparecer los dos ministros barbados para dar a conocer los resultados casi definitivos. Para entonces sólo encontraron acomodo en Telemadrid. En Antena 3, un enamorado (ignoro qué perrería habría cometido) le pedía perdón a su chica, y ésta lloraba y lloraba. En TVE-1 seguían matando al jefe, y en La 2, Garci nos mostraba cómo había rodado Canción de cuna, de los Martínez Sierra. Pues eso.