New York sorprende a Houston en su pista e iguala la final de la NBA
Seguir al New York Knicks es vivir con el Doctor Jekyll y Mister Hyde. Es vivir con un monstruo en el vientre, parecido al que hostigó a Sigourney Weaver en tres películas de extraterrestres. Uno nunca sabe cuándo se desvanece el monstruo y el buen baloncesto ocupa su lugar. Es un equipo de mucha fuerza y gran corazón, la mejor defensa que la Liga ha visto en 40 años, según las cifras. Y la siguiente es la estadística más importante de la temporada. El Knicks ha cobrado tan sólo su tercera victoria fuera de casa en los play off para igualar la serie final frente al Houston Rockets a una victoria por bando.Los jugadores del Knicks encestaron 52,2% de los lanzamientos. Se repartieron el balón como Dios manda y sumaron 28 asistencias. La estocada final fue que metieron 7 de 11 tiros de triples. Dos noches después de hundir el baloncesto profesional con una exhibición horrorosa, el Knicks demostró que algunas veces recuerda la esencia de este deporte.
Continuó el relevo defensivo frente al pívot Hakeem Olajuwon, el jugador más dominante de la Liga en la actualidad. Olajuwon sumó 25 puntos, pero por primera vez en años perdió su duelo individual con Patrick Ewing. Ewing sumó menos puntos pero más rebotes (13 a 9) y le robó el balón en dos ocasiones en los minutos decisivos del partido. El monstruo esta vez fue Ewing, con seis tapones, frenando el medio cada vez que se escapaba un base o un escolta del Houston.
El Rockets había vencido al Knicks en dos enfrentamientos esta temporada y había cedido sólo un partido en casa frente al club neoyorquino en los últimos 10 años. Esta victoria inesperada cambia la dinámica de la serie incrementa la presión sobre el Rockets, un equipo que representa una ciudad sedienta por un ganador. Durante el partido se notó la frustración de los jugadores del Rockets, que discutían en voz alta entre sí mismos y con el entrenador Rudy Toinjanovich. La defensa del New York está permitiendo que Olajuwon tome su cuota habitual de tiros para asegurarse que los demás jugadores no les den una puñalada en la espalda. El base Kenny Smith tuvo otro partido flojo, con dos puntos, y ha fallado 10 de 12 lanzamientos en la serie final. El escolta Vernon Maxwell, uno de los mejores tiradores de triples de la Liga, no ha podido encañonar en los primeros dos partidos. En resumen, el Rockets encestó tan sólo el 39% de sus tiros.
El Knicks dominó casi todo el partido. Siempre se da por seguro un bache, y lo tuvieron al iniciar el último, cuando cometieron cinco errores de balón en sus primeras siete posesiones. El Rockets remontó una diferencia de siete puntos para ponerse arriba por 79-76 cuando faltaban 6 minutos y 32 segundos. Pero de nuevo la defensa del New York volvió a cerrar las puertas a Houston.
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