El nuevo director del Icona alerta del alto riesgo de incendios este verano Se extenderá la detección de los fuegos por rayos infrarrojos
El nuevo director general del Icona, Fernando Estirado, ha alertado sobre el alto riesgo de incendios forestales que presenta este año la península Ibérica, por las condiciones meteorológicas que se han acumulado últimamente. Nuevas brigadas especiales antiincendios y la aplicación de avanzadas técnicos de detección de fuego por infrarrojos son las principales novedades de la campaña de este verano.
"Ha llovido mucho en poco tiempo", explica Estirado, "con lo que ha crecido mucha hierba y maleza, que luego, al secarse, con los fuertes calores que han llegado, originan un índice muy elevado de riesgo de incendio".Para afrontar los malos augurios, este verano aumentará la dotación de brigadas especiales antiincendios, que se han hecho famosas en los dos años anteriores por trabajar con helicópteros rusos, y la utilización -ya más extendida y sin el carácter experimental de 1993- de sistemas de detección de incendios por rayos infrarrojos.
Telefónica ha presentado esta semana en Madrid su Robot Vigía 2000, un sistema inteligente, que localiza por infrarrojos cualquier fuego y trarismite inmediatamente la información a un centro de alarma a través del satélite Hispasat. Según Domingo Díaz, director comercial de Telefónica Sistema de Satélites, empresa que ha desarrollado el proyecto con el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), al menos las comunidades autónomas de Baleares y Aragón tienen previsto instalar este sistema. Cada puesto de observación vigila un área de unos 300 kilómetros cuadrados; con tres cámaras se podría controlar, por ejemplo, todo el parque nacional de Doñana.
Valencia y Teruel
De los incendios producidos en la última quincena, Estirado considera que los más graves han sido los de la Comunidad Valenciana. "El de Teruel, el de Albarracín", añade, "se paró a tiempo, se resolvió muy bien, pero pudo convertirse en un gran desastre". "Este año", concluye, "se han adelantado además las tormentas con aparato eléctrico. La causa del fuego de Teruel, por ejemplo, fue un rayo".
Todo hace pensar que el balance de este año no será tan esperanzador como el de las últimas temporadas. Los veranos de 1992 y 1993 registraron un fuerte descenso en el número de hectáreas quemadas respecto a lo que había pasado en los años ochenta -el peor año fue 1985-
Los primeros incendios que ha traído el calor han coincidido con la presentación del Programa Forestal de Adena-WWF. Esta organización considera muy preocupante que España haya sido entre 1980 y 1990 el país de la costa mediterránea europea más afectado por los incendios (una media anual de 235.000 hectáreas arrasadas; con unas pérdidas económicas directas de unos 200.000 millones de pesetas por año) y que en los últimos 35 años las llamas hayan alcanzado una quinta parte de los bosques nacionales. Galicia y la Comunidad Valenciana han sido las regiones más afectadas.
Tras analizar los datos de los incendios de los últimos 25 años, Adena considera grave que el 70% de los incendios tenga causas intencionadas o desconocidas, y concluye que entre las principales razones de los incendios figuran las masivas repoblaciones forestales con especies no autóctonas y menos resistentes al fuego (pinos, sobre todo) y el abandono del medio rural, que ha dejado montes y bosques sin cuidar, sin trabajos selvícolas de prevención del fuego, con abundancia de leña y maleza -combustible puro para las llamas-. Adena reconoce que ha habido una notable mejoría en la eficacia en la extinción de incendios, pero critica a los Gobiernos nacional y autonómicos que se hayan volcado en la extinción dejando olvidadas las medidas de prevención y detección.
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