Un agujero difícil

Los técnicos que han construido los dos pasos subterráneos bajo la cuesta de San Vicente han destacado la complejidad de [a obra que han realizado. Debido a la escasa complejidad del terreno, que era de relleno, han tenido que utilizarse 1.030 enormes pilotes enterrados hasta 34 metros -donde se encontró terreno suficientemente firme- sobre los cuales va colgado el túnel, en vez de construirse con la técnica habitual de pantallas de hormigón.La obra fue adjudicada por 1.124 millones a la constructora PACSA, aunque el coste se ha incrementado hasta 2.000, según el grupo municipal socialista.

Pero a primera vista la inversión ha dado buenos resultados para los automovilistas.

A última hora de la tarde de ayer, con un atasco monumental en el resto de la ciudad debido a la huelga de transportes (autobuses urbanos e interubanos y metro), los túneles vecinos de la estación de tren de Príncipe Pío ofrecían una estampa de domingo por la mañana.

Por primera vez desde hace 11 meses (el tiempo que ha durado la obra) los conductores no tuvieron que soportar los atascos constantes en la cuesta de San Vicente. Los empleados trabajaron a tres turnos las 24 horas del día para terminar cuanto antes las obras.