La OIT pide una acción de "gran envergadura" para combatir el paro, que cree "intolerablemente alto"

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) pide una acción de "gran envergadura" coordinada a nivel internacional y nacional, que eche mano de los principales instrumentos de política económica y social, porque los niveles "intolerablemente altos" del desempleo en el mundo "no son inevitables ni irreversibles". Ésa es la fórmula que propone para salir de la crisis que afecta a países ricos y pobres.En el documento elaborado por la OIT Hacia el pleno empleo, que fue discutido ayer en una reunión informal por las delegaciones tripartitas -empleadores, sindicatos y gobiernos- de los 171 países que participan en la Conferencia Internacional del Trabajo se dice que "es indispensable mejorar el sistema económico mundial para que den resultado los esfuerzos nacionales, pero esto no puede suplir una buena política nacional, que debe estar basada en la cooperación y el diálogo tripartito".

Criticado por muchos delegados, que lo consideran "muy general", el informe pone de relieve la "inexistencia de disposiciones mundiales eficaces de coordinación normativa para impedir un desempleo grande y persistente, y la ausencia, en muchos casos, de políticas nacionales apropiadas para conseguir y mantener el pleno empleo".

Cualquiera que sea la política que se adopte deberá tener en cuenta la equidad y la justicia social, pues es preciso repartir equitativamente la carga de la reforma y del ajuste, para lo que es imprescindible un amplio consenso social, según la OIT.

Desarrollo y riqueza

Para el presidente de la patronal española CEOE, José María Cuevas, el desarrollo social depende de la riqueza y debe darse en el marco de una nueva organización social y económica del mundo, en la que hay mayores exigencias de liberalización y unos mercados más abiertos a la competencia. "No creo que abordemos nunca procesos importantes de flexibilidad, o de movilidad como empresarios, si no nos comprometemos con procesos muy intensos de formación y de promoción de los trabajadores que exigen esos nuevos conceptos de empleo y de desempleo", afirmó Cuevas.

Para Cuevas, la inflación y el déficit público, el control de las economías por los Estados, la rigidez de las leyes de las administraciones en las relaciones laborales o los mayores costes sociales para las empresas son los responsables de la destrucción del empleo.