"El Estado nos deja indefensos ante la CE"

Josu Jon Imaz, el candidato de Coalición Nacionalista, (PNV, Coalición Canaria, Unión Valenciana, Unión Mallorquina, Partido Aragonés Regionalista y Coalición Galega), ha retomado la campaña con nuevos bríos tras la reciente sentencia en la que el Tribunal Constitucional ha ratificado la legalidad de la oficina abierta por el Gobierno Vasco en Bruselas.Químico de profesión, nacido en Zumárraga (Guipúzcoa), hace 30 años, el cabeza de lista de esa congregación de siglas, una unión circunstancial impuesta por la obligatoriedad de la circunscripción única, está empeñado en hablar de Europa en la presente campaña y dice, aludiendo a los candidatos de otros partidos, que se siente muy sólo en esta tarea.

Pregunta. Le supongo deseoso de hablar de la sentencia que respalda el mantenimiento de la oficina del Gobierno Vasco en Bruselas. ¿Qué opina?

Respuesta. Primero, que resulta penoso tener que avanzar a golpe de sentencia, que no seamos capaces de articular entre todos una fórmula de participación en Europa. Y, segundo, que tenemos que constatar que durante 5 años nos han impedido defender los intereses vascos en Bruselas.

P. Ustedes hablan del Estado como de un cuello de botella que impide canalizar esas aspiraciones e intereses. ¿Cómo pueden armonizarse todos los intereses?. ¿Es, sobre todo, un problema de falta de sintonía, de voluntad política, o es que hay también obstáculos objetivos técnicos para articular esa representación?

R. El Gobierno español parte de la arcaica concepción de que Europa es el extranjero, ignorando en la práctica que somos europeos. Yo, al menos, lo soy. Lo que hay que hacer es una estructura política plural entre el Gobierno Central y las comunidades autónomas, pero esa fórmula no existe porque no hay voluntad política. Lo que no podemos aceptar es que el consejero de Hacienda José Luis Larrea tenga que ir como un particular a Bruselas a explicar en los pasillos la singularidad fiscal vasca, a exponer cuáles son los incentivos fiscales vascos que habían sido recurridos por el Gobierno Central. Estamos indefensos ante la CE.

P. ¿Cual es ese modelo de participación de las comunidades autónomas españolas en la construcción e Europa?

R. Dentro de la repreentación del Estado, los gobiernos de las comunidades autónomas deberían estar presentes en todas aquellas instancias comunitarias, incluido el Consejo de Ministros y la Comisión Europea, en las que se tomen decisiones que afectan a ámbitos competenciales de esas mismas comunidades. Pedimos también la gestión directa de los fondos estructurales que nos atañen y reclamamos una negociación sobre el destino de los fondos de cohesión, que se nos garantice la parte alícuota que nos corresponde. Reclamamos también poder acceder al Tribunal de Estrasburgo. En definitiva, medidas similares a las que ya funcionan en Alemania o Belgica.

P. ¿Cuánto hay de voluntarismo en la idea de la Europa de los Pueblos?

R. No hay nada de demagogia ni de voluntarismo. El hecho es que en Bruselas se toman decisiones que nos afectan enormemente y que nosotros tenemos que estar presentes. El modelo actual permite, por lo demás, esa representación.

P. El Comité de las Regiones es un órgano puramente consultivo. ¿La incorporación de los ayuntamientos no limitará todavía más su papel como foro de representación regional?

R. Ciertamente, el único activo del Comité de las Regiones es que por primera vez el hecho regional se reconoce en Europa. Con la entrada de los ayuntamientos todo resulta todavía menos homogéneo. Pero, ahora mismo, ¿qué tienen que ver Euskadi, Cataluña y Aragón que tienen competencias, con Calabria y Normandía, en donde sólo hay descentralización administrativa?