"Quiero escribir lo que le pasa a la gente"
Se publica en España el diario de Zlata Filipovic, la 'Anna Frank' de Sarajevo
Zlata Filipovic tiene 13 años y es mundialmente conocida. Su Diario ha sido traducido a 26 idiomas, convirtiéndose en la más potente denuncia contra la situación en Bosnia y su capital, Sarajevo. Desde el pasado mes de diciembre vive con sus padres en París. "Cuando llegamos aquí todo me parecía increíble: el agua caliente en los grifos, el champú, las luces en las calles", explica en un perfecto inglés Zlata Filipovic, al tiempo que reivindica ser "una refugiada, y no una turista". "De momento apenas he tenido tiempo de visitar ninguno de los grandes museos de la ciudad. Al principio de estar en Francia viajamos mucho; ahora mis padres trabajan y yo voy a una escuela internacional, en inglés y francés". Ni se le ha ocurrido visitar EuroDisney: "Primero, porque no me atrae, y segundo, porque no me sentiría a gusto allí mientras tantas personas de mi ciudad siguen pasando hambre y miedo".Sarajevo es su patria y su manera de no tener que elegir entre ser musulmana, judía, católica u ortodoxa, o de poder continuar siéndolo todo: bosnia, croata o serbia. "En la escuela nunca noté que hubiese discriminación alguna contra una etnia o religión determinada. Si pudiese regresar a Sarajevo, lo haría ahora mismo. Echo en falta mis cosas, mi habitación, mis amigos, mi pequeño mundo". Zlata habla de manera ordenada y con mucha sensatez. "En Sarajevo todo el mundo esperaba mucho de Europa. Creíamos que podía pararle los pies a Serbia, evitar la guerra. Primero hubo que esperar que se reuniese la UE, luego el Consejo de Seguridad, más tarde la OTAN. Siempre esperando, esperando. Al final ya nadie cree que aquello pueda arreglarse y todos sabemos que nada volverá a ser como antes". No deja de repetirse que "París está a dos horas de vuelo de Sarajevo. Bosnia es Europa".
El éxito del libro la complace: "Quizás ha servido para que se comprenda mejor lo que sucede en mi ciudad. Para la mayoría de gente que vive en Canadá situar en el mapa Bosnia es un ejercicio imposible. A través del diario muchas personas han descubierto que existimos". En el plano estrictamente personal el diario le ha servido para liberarse "de la angustia y el miedo". "No puedo decir que escribiendo comprenda mejor las cosas porque sigo sin entender lo que ha pasado, pero el diario me permitió escapar de la miseria diaria, de la falta de agua o de comida. Mientras escribía hablaba de mí, me metía en mi mundo y podía confiar al papel todo lo que me pasaba por la cabeza. Para su publicación como libro sólo he cortado lo que me ha parecido que era demasiado íntimo".
Antes de que estallase la guerra, antes de abril de 1992, Zlata soñaba con ser periodista en un semanario especializado en temas femeninos. "Ahora sigo pensando que me gustaría ser periodista, pero no en Elle o Vogue, sino escribir sobre lo que le pasa a la gente, sobre la vida de los demás. A Sarajevo y a mí, los periodistas nos han ayudado mucho".
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