"La Pedriza es más difícil que el Everest"

Ramón Portillo, madrileño de Lavapiés, de 36 años, es el madrileño más alto. Hace escasamente dos meses terminó uno de sus sueños: ascender a la cumbre más alta de cada continente: Elbrus (Europa), Dinson (Antártida), Aconcagua (América del Sur), Carstenz (Oceanía), McKinley (América del Norte), Kilimanjaro (África) y Everest (Asia). Portillo, que abandonó hace años su trabajo de ayudante de notarías para contar con tiempo para la escalada, se ha convertido así en el primer español que lleva a cabo esta gesta.

Pregunta. ¿Subir montañas es un trabajo?

Respuesta. No vivo de escalar, sino para escalar.

P. ¿Cómo le surgió este interés por el montañismo de élite?

R. Cuando era pequeño, cada fin de semana veía desde la ventana a los montañeros que esperaban el autobús que les llevaría a la sierra. Siempre quise ser como ellos. Cuando tuve 16 años, unos vecinos me llevaron a Guadarrama. Así comenzó todo.

R. ¿Se prepara especialmente para sus escaladas?

P. No. Voy cogiendo el ritmo conforme pasan los días. Suelo ser el último al comienzo de las subidas. Luego mejoro.

P. Usted conoce las cumbres más altas del mundo. La sierra madrileña le parecerá un juego...

R. No. En la sierra, por ejemplo, hay escaladas técnicas más difíciles que en cualquier cumbre de 8.000 metros. Una placa de adherencia [pared lisa de roca] de la Pedriza puede ser más complicada que el Everest.

P. ¿Cuánto tardó en subir el Everest?

R. En 1987 hice el primer intento: fracasé. Sin embargo, el 15 de mayo de 1992, tras dos meses y medio de escalada, lo conseguí.

P. Es decir, alcanzó la cumbre el día de San Isidro.

R. Nunca he sido muy creyente, pero tengo una especial predilección por este santo que dormía mientras los ángeles trabajaban. Además, el día en que yo alcanzaba la cumbre mi padre llenaba un botijo con agua del santo para ayudarme en el intento. ¿Casualidad? No lo sé.

P. ¿Ha puesto alguna bandera de Madrid en las montañas?

R. No me gustan las banderas porque se las lleva el viento. Pero es verdad que he izado alguna de Madrid. Al fin y al cabo, soy madrileño, y las instituciones se han portado bien.

P. ¿Cuál es su consejo para los principiantes?

R. Nunca doy consejos: sólo que lo prueben. Comerse una tortilla en la sierra con los amigos puede ser fascinante.

P. ¿Cuesta mucho practicar este deporte?

R. El montañismo no es caro, pero a determinados niveles hace falta un fuerte apoyo económico. En 1983, el multimillonario americano Dick Bass intentó subir a las siete cumbres con un presupuesto de un millón de dólares. No lo consiguió.

P. ¿Y usted cuánto lleva gastado?

R. No lo sé. Vivo de mi trabajo como monitor de montaña y de vender fotos y reportajes. He subido al Kilimanjaro con un presupuesto de 200.000 pesetas y teniendo que dormir en chamizos. Sin embargo, un permiso para el Everest puede valer millones. He tenido suerte al contar con patrocinadores.

P. ¿Dónde va de vacaciones?

R. A la montaña, por supuesto. El año pasado me fui con mi novia al Mont Blanc.

Exposición 'Las siete cumbres'. Paseo de Recoletos, 41. Horario: de lunes a sábado, de 10.00 a 14.00. Hasta el 19 de junio.