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El astronauta español Pedro Duque no irá al espacio en la misión ruso-europea

El alemán Ulf Merbold, elegido para volar a la Mir

Tendrá que esperar un poco Pedro Duque, el español que más al alcance dé los dedos tiene un viaje espacial. Ayer, la Agencia Europea del Espacio (ESA) anunció, en Berlín, que será el alemán Ulf Merbold quien viaje el próximo mes de octubre a la estación orbital rusa Mir. La decisión final, sin embargo, no se tomará hasta tres semanas antes del ¡nicio de la misión.La experiencia -Merbold, 52 años, ha estado ya en órbita dos veces- se ha impuesto a la bisoñez -Duque, 31 años- en la elección de la ESA para el primer vuelo conjunto con Rusia, la misión Euromir 94, de un mes de duración.

Duque está ahora en la segunda tripulación, con dos compañeros rusos. Un accidente, una indisposición, una decisión de última hora que afecte a la primera tripulación dejaría la cápsula espacial Soyuz libre para él y sus compañeros.

Así que el astronauta español tendrá que seguir su entrena miento como si tal cosa, como si no supiera que, muy probablemente, no será él quien camine vestido de astronauta por la pista de Baikonur (en Kazajistán). Merbold y Duque han estado juntos entrenándose, desde el pa sado mes de enero, en la Ciudad de las Estrellas Gunto a Moscú) y en Colonia (Alemania) para este Nuelo, el más largo jamás realiza do por un astronauta europeo.

La carrera de Duque hacia el espacio está llena de fases de selección hasta llegar a esta última y decisiva. Se presentó, junto a varias decenas de españoles para ser astronauta y fue seleccionado en 1991 después de varias pruebas con otros cuatro aspirantes. Pasó exámenes y más exámenes, ensayos y cursos en una durísima competición con otros aspirantes europeos pero, por fin, en 1992, fue nombrado astronauta europeo y luego elegido junto con Merbold para los entrenamientos de la primera misión eurorusa.

Comparaciones

El alemán era el veterano en la selección de novatos, puesto que había volado en el transbordador de la NASA en 1983 y en 1992. "Ha trabajado ya con los americanos y así se podrán hacer comparaciones", declaró ayer en Berlín Walter Peeters, responsable de Euromir 94 por parte europea.¿Qué van a hacer durante un mes los astronautas europeos y rusos fuera de la Tierra? Sobre todo, controlar parámetros fisiológicos en sus cuerpos para luego compararlos con los datos tomados antes del vuelo y con los estudios posteriores. Con ello pretenden conocer cada vez mejor la reacción humana a las condiciones de microgravedad espaciales de cara a futuras fábricas en órbita o incluso largos viajes interplanetarios. Todo ello para el siglo XXI. Por parte europea hay programados 35 experimentos, incluidos algunos de investigación de nuevos materiales y productos biológicos, en este vuelo por el que la ESA paga a Rusia unos 8.000 millones de pesetas.

"A largo plazo, el trabajo de astronauta tenderá a desaparecer, porque a medida, que avanza la tecnología la gente podrá ir al espacio sin ningún entrenamiento especial", comentaba Duque recientemente. "Pero creo que la cualificación como astronauta será todavía necesaria durante bastante tiempo". A él le quedan anos por delante en su profesión y la ESA tal vez piense en él para un vuelo en 1997 que discuten ahora las autoridades europeas con las rusas. Para esa misión "será un excelente candidato", ha dicho Peeters.

Y tendrá que ejercer la paciencia y la disciplina, características esenciales de los astronautas, porque en 1995 verá a otro europeo partir hacia la Mir, y no será él en principio, ya que los dos candidatos de la ESA para salir de la Tierra el año que viene están ya decididos.

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