Panamá: una lección de dignidad
He tenido el privilegio de asistir, como observador internacional, a las recientes elecciones panameñas. Por la limpieza y la tranquilidad con la que se han desarrollado, creo que merecen ser conocidas mejor por nuestra opinión pública. Tras amargas experiencias anteriores, en las que la violencia y el fraude eran frecuentes, los ciudadanos panameños reclamaban de sus dirigentes democracia, respeto y responsabilidad.Los partidos políticos han respondido a esa exigencia. Convocados por Justicia y Paz, organismo de la Conferencia Episcopal Panameña, firmaron el 18 de mayo de 1993 el compromiso ético electoral de Santa María la Antigua. Por él aceptaban realizar una campaña electoral sin mentiras, falsas acusaciones, manipulaciones, o compra de votos. Esta voluntad, junto a la impecable actuación del Tribunal Electoral, y la decidida voluntad del pueblo panameño han hecho posible que las del 8 de mayo sean las elecciones más libres, limpias y democráticas de la historia de Panamá.-
Secretario general de Justicia y Paz de España.