Cuando Matusalén va a los toros

De los múltiples jurados que analizan el comportamiento de toros y toreros durante esta feria de San Isidro, los habrá más sabios y más dinámicos, pero no hay otro más antiguo. Lo dice el nombre del premio que otorga: el VII Trofeo Taurino Tercera Edad."Se organiza por la dirección provincial, del Inserso", dice a la salida de los toros Antonio Madero, de 64 años, que representa un centro de ancianos en Villaverde Alto. Explica que de los 28 centros de la provincia hay un abono para cada uno, compartido en diferentes días por varios aficionados.

"Esto representa un cambio de años anteriores, cuando una sola persona de cada centro juzgaba todas las corridas y puede dar lugar a controversias", añade Gerardo Aranda, de 67 primaveras y representante de un centro de Tetuán. "No todos los miembros del jurado verán todos los festejos". Luego, al parecer, siempre hay algunos compañeros que no van nunca a los toros, pero, por lo que han visto en la tele, presionan un poco a favor de un candidato u otro.

"Eso sí, podremos repasar todas las corridas en vídeo", tercia Aurelio Martínez, del centro de Alonso Cano. Don Aurelio, un madrileño de 73 años, se declara aficionado de toda la vida. "Yo iba a los toros de pequeño; recuerdo cuando los caballos no llevaban peto". Vio en sus primeras épocas a Domingo Ortega, Vicente Barrera, Marcial Lalanda y Nicanor Villalta, entre otros. "También al hermano de éste [estábamos ante el grupo escultórico en honor de Antonio Bienvenida], Manolo. Entonces los toros eran más fuertes, no se caían".

Una vez que cada centro toma su decisión -sobre el mejor toro, estocada, faena, quite y par de banderillas de un subalterno- se suman los votos. Los premios, unas esculturas del joven maestro José Puente Jerez, se presentarán este verano, cuando hombres y mujeres de la tercera edad, bien apretaditos, llenen la plaza de Las Ventas para un festival.

Esa tarde hay un gran ambiente. El año pasado -designado Año Europeo de la Colaboración entre las Generaciones- se buscaron a espadas retirados: Andrés Vázquez, Jaime Ostos, Joaquín Bernadó, Gregorio Sánchez y Antoñete, que estuvieron superiores.

Antoñete todavía estaba en activo cuando tenía casi 60 años, y en alguna tarde menos afortunada llegó a oír gritos de "¡Vete al asilo!". Si algún día pasa eso, no importa: sólo significará que este eminente jurado tendrá más solera todavía.