Vivar: "Me voy a Tenerife con una pena distendida"

Fue su último partido con los colores del Leganés. Vivar celebró la victoria como el que más, coreando 'Lega mucho Lega es" y dando botes entre los eufóricos aficionados. "Me voy a Tenerife con pena, pero con una pena distendida", decía al término del partido. "No sé si el Lega es realmente un club especial por su relación con la afición", señaló. 'Lo que está claro es que la gente nos ha apoyado a muerte. Les doy las gracias y espero que sigan apoyando".Aguilera, el veterano portero del Leganés, fue una vez más básico para el triunfo de su equipo. Cuando el árbitro decretó penalti a favor del Hércules, el campo enmudeció. Podía llegar el empate y el drama del descenso. En el túnel de vestuarios, algunos jugadores del Leganés -sustituidos o no convocados- rezaban. Javi dijo: "Si Dios es justo, lo tiene que parar". Así fue. Aguilera se lanzó al sitio adecuado y paró la pena máxima. "Sólo pensaba en adivinar la trayectoria del balón, no se me pasó por la cabeza que podíamos descender", señaló al finalizar el partido el portero pepinero. A pesar de ser un hombre tranquilo, Aguilera no escapaba a la euforia del triunfo: "Esto es demasiado, impresionante".

El delantero centro Antonio se sumaba a la alegría general: "Ha sido maravilloso". Los jugadores del Leganés estuvieron muy atentos a lo que les indicaban desde el banquillo Duque y sus compañeros. "Estábamos informados de los resultados de nuestros rivales directos, pero llegó un momento en que pensamos que nos teníamos que dedicar a ganar, porque con la victoria nos salvábamos con toda seguridad", indicó Antonio.

Afición volcada

Mesas, que fue expulsado al final por doble amonestación, comparaba la alegría de este año por mantenerse en la división de plata con la del año pasado por ascender de Segunda B a Segunda: "Este año ha sido mucho mejor, porque la afición ha estado más volcada"."Ahora nos vamos a un pub donde nos invitan a champaña", anunciaba David tras el encuentro. El defensa pepinero afirmó que se enteraba de los resultados del resto de partidos por la reacción del público.

El que peor lo pasó fue SuperMario, el portero suplente. "Se sufre mucho más en el banquillo". Al héroe del gol de cabeza ante el Castellón le tocó ser oreja pegada al transistor en el banquillo. "Me ha tocado la radio, y he pasado ratos muy malos. ,Cuando el Murcia iba 2-2 y anunciaron su gol, la depresión se adueñó del banquillo en cuestión de segundos".

"Este año el triunfo ha sido más importante, porque hubiese sido feo bajar", decía el guardameta. Los aficionados esperaron a la salida de vestuarios de los jugadores para abrazarles. "Y el año que viene, a meter otro de cabeza", le decían a Mario.