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Los sindicatos convocan una oleada de huelgas simultáneas en los transportes

Mayo puede traer este año algo más que lluvia y fiestas. Los trabajadores de los medios de transporte colectivo más utilizados por los madrileños -metro, autobús y tren- han convocado huelgas simultáneas para finales de este mes y principios del siguiente.Los paros salpican el calendario entre el 23 de mayo y el 10 de junio, y amenazan convertir la ciudad en un caos aquellos días en los que coinciden dos o tres convocatorias a la vez. Los días 26, 27, 30 y 31 de mayo, y el 1, 6 y 9 de junio, serán jornadas críticas con huelgas coincidentes de dos medios de locomoción, pero la traca final puede llegar el 10 de junio con una superhuelga de 24 horas en EMT, Renfe y autobuses interurbanos. La ciudad puede volver a vivir en esas fechas las caóticas jornadas de febrero de 1992, cuando se produjeron a la vez las huelgas en Metro y EMT.

Los coches de metro, los autobuses urbanos y los de las empresas de transporte de viajeros por carretera harán huelga las 24 horas. El Consorcio Regional de Transportes esta blecerá los servicios mínimos que deben operar en cada uno de estos casos, una vez que reciba de forma oficial la convocatoria, según indicó ayer un portavoz.

Los paros en Renfe, como ya sucedió durante el mes de abril, se producirán entre las 6.30 y las 8.30 y las 18.30 y las 20.30, salvo el día 10, en que durarán toda la jornada. Estos paros afectarán sobre todo a la circulación de los trenes de cercanías, y los servicios mínimos serán previsiblemente similares a los que se impusieron durante el mes de abril, entre el 50% y el 75% del servicio.

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La pugna salarial y el temor a la pérdida del empleo espolean la protesta sindical

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Las huelgas en el transporte, aprobadas ayer por los distintos comités de empresa, están motivadas, en los casos de Metro, EMT y autobuses interurbanos, por los desacuerdos entre trabajadores y dirección a la hora de redactar los respectivos convenios colectivos.

Los paros en Renfe son la respuesta de los, empleados al plan estratégico presentado por la compañía. Este plan establecerá un nuevo marco laboral en Renfe, y prevé, según los sindicatos, la desaparición de 14.500 puestos de trabajo en cuatro años. Esta reducción de empleo no se realizará, según la compañía, mediante despidos, sino con bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas.

Los empleados de Metro exigen una subida salarial del 4,5%, la cobertura con trabajadores propios de puestos que ahora realizan empresas del exterior y la contratación de 140 personas para atender los vestíbulos mecanizados.

"La empresa quiere que firmemos un convenio basado en el plan de productividad que ella misma ha elaborado y con el que pretende ahorrarse en cuatro años 800 puestos de trabajo", explica Javier Gómez, secretario del comité de empresa de Metro. Esta pérdida de empleo se produce al no cubrir los puestos de los trabajadores que se jubilen en ese periodo. En el metro de Madrid trabajan 5.725 personas.

Para Gómez, el recorte de plantilla no está justificado, ya que el año pasado se realizaron en Metro 100.000 horas extraordinarias, lo que, en su opinión, prueba que falta personal. En lo económico, la empresa ofrece que los ahorros generados por la aplicación de su plan de productividad reviertan en los sueldos de los trabajadores, según indica Javier Gómez.

La dirección de Metro recibió ayer la convocatoria de huelga, pero no responderá a ella hasta haberla estudiado, según apuntó un portavoz.

Los trabajadores de la EMT también se oponen a que la compañía deje sin cubrir los 800 puestos de trabajo que dejarán libres durante este año los empleados a los que les toca el retiro. "Si aceptamos que se vayan sin cubrir esas plazas, nos subirán un 2,5% el sueldo, pero a costa de asumir más trabajo", argumenta Víctor Villar, secretario del comité de empresa de EMT. La plataforma sindical, central mayoritaria en la EMT (6.700 empleados), exige una subida del 4,9%.

Los paros en el transporte interurbano de viajeros por carretera, convocados por CC OO, UGT y SLTC, responden al incumplimiento de anteriores convenios y a la falta de acuerdo para el de 1994. Este sector engloba el transporte regular, discrecional, escolar y turístico, y en él trabajan más de 7.000 personas.

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