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El espectáculo de los grandes ciclistas entra en Madrid

Carlos Arribas

El ciclismo es el único deporte de alto nivel gratuito para los espectadores. Sólo les exige un pequeño sacrificio, que, en las etapas de montaña, suele significar varias horas apostado en una cuneta para oler el sudor de los ciclistas y poder contarlo. El ciclismo se ve mejor por televisión, pero no se trata de verlo, sino de sentirlo. Los madrileños podrán hacerlo hoy. Y el domingo, más.Los corredores tienen previsto salir esta mañana de Avila a las 11.58. Pero un par de horas antes ya se pone en marcha el espectáculo. Los 30 o 40 vehículos que forman la caravana publicitaria -1.500 personas se mueven con ella- arrancan de la ciudad de salida dos horas antes que los ciclistas. Son camiones y furgonetas con remolques y altavoces. Regalan globos y viseras, periódicos y folletos; se paran en cada pueblo vendiendo camisetas y recuerdos.

Una decena de kilómetros antes de que llegue el pelotón, unos 50 agentes van abriendo la carretera. Obligan a los coches que vienen de frente a aparcar en los arcenes para que no se encuentren de cara con los corredores. En cada cruce de la carretera, varios guardias prohíben el paso al despistado. Cuando el paciente espectador comienza a desesperar, se intensifica el ruido de las sirenas y aparece por la curva el primer corredor. El mejor sitio para ver una carrera de montaña -como la de hoy- es una curva próxima a la pancarta. A los ciclistas les molesta enormemente que les toquen, que les echen agua y que se corra a su lado; también les agobian los pasillos de gentío que les cierran el paso. Es bueno que se les haga hueco.

Si el pelotón llega muy fragmentado, entre medias circularán los coches de los directores de equipo, los comisarios de la carrera, las motos de los fotógrafos y los vehículos de asistencia técnica. No es aconsejable, por lo tanto, cruzar la carretera una vez que haya pasado un grupo. Hasta que no se vea una furgoneta de la Guardia Civil con un letrero que dice "Fin de carrera" más vale no cruzar. ¡Puede caerse Perico!

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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