Tras el rastro de un fantasma
Los registros y los 'pinchazos' telefónicos no arrojan la menor pista sobre el paradero de Luis Roldán
Luis Roldán se ha convertido en un fantasma. Más de 200 hombres están tras su rastro desde que huyera hace dos semanas, pero hasta el momento no hay ninguna pista de él. Los registros, los pinchazos telefónicos y los seguimientos sobre las personas que pudieran entrar en contacto con el prófugo no han arrojado el más mínimo resultado, según fuentes de la investigación. Mientras, el ex director de la Guardia Civil fue oficialmente declarado ayer en rebeldía por la juez encargada del caso, Ana Ferrer, tras no comparecer ante la Justicia en el plazo establecido.
La policía, la Guardia Civil y el Cesid, el servicio secreto militar, no han logrado ninguna pista sobre el escondite del ex director general. Cada uno de estos cuerpos trabaja por separado aunque el control de los pinchazos telefónicos recae fundamentalmente en el Cuerpo Nacional de Policía. Días atrás, la juez Ana Ferrer tuvo que reunir a los máximos responsables de la investigación para evitar que se repitan duplicidades, como que la Guardia Civil y la policía solicitaran por separado autorización para espiar la misma línea telefónica.
Las pesquisas están tropezando con otras dificultades. Un juez de una provincia se resistió a firmar un mandamiento de entrada y registro en un domicilio alegando que sólo lo haría a efectos de detener a una persona y no para requisar documentos. El juez tardó en comprender que el objetivo de la operación era precisamente encontrar papeles, pero finalmente extendió la autorización, según fuentes policiales.
Extremo sigilo
La búsqueda del ex director del instituto armado se lleva con extremo sigilo, pero todas las fuentes consultadas coinciden en que, por ahora, no se ha encontrado ningún indicio ni para determinar en qué continente se oculta. Ni siquiera se ha confirmado si en algún momento de su escapada ha pasado por Portugal. Una de las pistas investigadas fue una confidencia que indicaba que Roldán se alojaba en un hotel próximo a Oporto, registrado bajo la identidad de Luis Inocenti. Las comprobaciones, sin embargo, llevaron a pensar que se trataba de una broma.Tampoco han dado mejores resultados las gestiones hechas en Portugal para localizar a un presunto amigo del prófugo que le habría dado protección y apoyo. "En este momento no tenemos el menor indicio ni siquiera de en qué continente está Roldán", afirma una fuente de Interior, que añade: "Y si lo tuviéramos, es lógico que no lo íbamos a decir. Pero la verdad es que no hay ninguna pista".
Todas las viviendas de Roldán están bajo control, igual que las personas que se pudieran relacionar con él. Un alto cargo policial asegura que, desde que huyó el pasado 29 de abril, no se ha detectado ninguna llamada telefónica del fugitivo. No obstante, la misma fuente se mostró convencida de que Roldán está usando una compleja red para hacer llegar noticias a su familia.
La policía busca desesperadamente cualquier indicio que le ponga en la pista del ex director general. Días atrás, funcionarios de la brigada judicial abordaron a la ex novia de Roldán, Elisa Rodríguez, tras finalizar su declaración ante la comisión del Congreso que investiga el caso. Fue "invitada" a revelar si conocía algún escondite secreto de su antiguo amante o alguna persona con la que éste pudiera entrar en contacto en España o en el extranjero. Pero la mujer no aportó ningún dato válido.
La colaboración solicitada por el Gobierno español se extiende a Venezuela, cuya policía está dispuesta a ayudar en esta tarea, según dijo ayer el ministro de Relaciones Interiores, Ramón Escovar Salóm. Éste, no obstante, se mostró pesimista: "Lo buscaremos, aunque será difícil encontrarle". Escovar no ha confirmado el rumor de que Roldán llegó a Caracas, procedente de Chile, desde donde pudo saltar a alguna isla del Caribe.
"Todo es posible: que no haya salido de España, que esté en Suiza, que se esconda en Portugal o en Francia, o que se oculte en Latinoamérica", acepta un mando policial reconociendo así el total desconocimiento que existe sobre el paradero del que fuera primer director civil del cuerpo fundado hace 150 años por el duque de Ahumada.
El Ministerio de Justicia e Interior tiene la firme sospecha de que Roldán contó en su escapada con la ayuda de algún antiguo colaborador. Pero fuentes de la Guardia Civil aseguran que la investigación interna realizada hasta ahora no ha descubierto ninguna connivencia de altos mandos ni de agentes de menor graduación.
En una conversación telefónica mantenida entre familiares de Roldán, uno de ellos hizo alusión a "lo bien que se ha portado el teniente coronel". Esta frase hizo saltar las alarmas sobre la posible complicidad de un oficial. Pero las gestiones de la Guardia Civil han determinado que tal comentario se refería a un teniente coronel al que el ex director ni siquiera conoce y que su "buen comportamiento" aludía al trato que había tenido hacia la esposa de Roldán, Blanca Rodríguez Porto.
El ex ministro del Interior Antoni Asunción aseguró en el Congreso que sería "un éxito" si la captura de Roldán se consigue antes de tres meses. Diversas fuentes coinciden en que es muy posible que Asunción se quedase corto y que ese plazo deberá ampliarse. "Pero caerá; seguro que caerá", dice un mando policial. Hoy por hoy, 300 policías, guardias civiles y agentes del Cesid persiguen a un fantasma.
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