Los guerristas salen reforzados del congreso de Madrid

El movimiento renovador en el PSOE que se impulsó hace tres años desde Madrid -espoleado por el presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, y por varios ministros- ha reclamado como propia la secretaría general de la Federación Socialista Madrileña (FSM) por haber vencido en las últimas contiendas internas en las agrupaciones.Jaime Lissavetzky, de 43 años, el nuevo secretario general, es renovador y del entorno de Leguina. Pero la sensación general, tras el VII congreso de la FSM celebrado el fin de semana, es que los guerristas no han salido derrotados.

Teóricamente, todos los puestos importantes se han repartido al 50% en este congreso, que finalizó ayer a las 15.20. De los 12, miembros con responsabilidades de área integrados en la nueva ejecutiva regional, la mitad está alineada con los renovadores y la otra mitad con los guerristas.

Este mismo proceso se siguió para determinar las seis personas (Leguina, Juan Barranco, José María de la Riva, Ruth Porta, Enedina Álvarez y Juan Antonio Barrio) que pasarán como representantes de la FSM al comité federal o los 68 que entrarán en el comité regional. Un resultado engañoso.

Los guerristas, una vez que Juan Barranco renunció a competir por la secretaría general, han ofrecido una imagen sin rencillas ni divisiones.Uno de sus subsectores, los renovadores de la base, plantearon la posibilidad de una lista separada que luego retiraron para conformarse con introducir a uno de los suyos en la ejecutiva. Los guerristas estaban ayer exultantes. El presidente de la FSM, José Acosta, y el secretario de organización, Francisco Cabaco, siguen en sus áreas de poder.

Los renovadores han tenido que superar, primero, el desgaste de elegir entre dos candidatos para el puesto de secretario general, los consejeros Jaime Lissavetzky y Pedro Sabando.. En este contencioso, además, no sólo ha salido dañado Sabando, sino que otros consejeros entienden que "no ha habido buenas formas democráticas" y que Leguina tendría que haber permitido una votación en su sector. Izquierda Socialista (IS), aliado indiscutible en los últimos años, han plantado cara en este congreso.

Izquierda Socialista amenazo con no estar en la ejecutiva si se optaba por Lissavetzky en vez de Sabando, pero luego se plegó en favor de la integración, aunque con las espadas en alto. Manuel de la Rocha lo confirmó: "Leguina ha perdido la oportunidad de demostrar en la FSM un verdadero giro a la izquierda".

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