Los 'cascos azules' británicos responden a aislados disparos serbios en Gorazde
Las fuerzas británicas pacificadoras sufrieron ayer el primer incidente con tropas serbias en Gorazde después de la retirada de los sitiadores a tres kilómetros de la ciudad musulmana, forzada por el ultimátum de la OTAN. "Los [cascos azules] británicos replicaron al fuego que lanzaron los serbiobosnios contra ellos y se replegaron a sus posiciones sin bajas ni herídos", precisó un portavoz de Unprofor.
Mientras los observadores de las Naciones Unidas confirmaban la amenaza de un próximo enfrentamiento entre serbios y musulmanes en Brcko, en el norte de Bosnia, se sucedían las violaciones de las zonas de exclusión decretadas por la ONU en torno a Gorazde y Sarajevo. Una patrulla británica fue sorprendida en la mañana de ayer por tropas serbias que se encontraban dentro del radio de tres kilómetros en torno al centro del enclave musulmán. Los cascos azules británicos respondieron a la agresión e hirieron a tres serbios, según fuentes de Unprofor, que calificaron el incidente de violación del ultimátum de la OTAN.Mientras tanto, 168 cascos azules que se dirigían a reforzar a los 500 soldados desplegados por la ONU en Gorazde fueron bloqueados por las fuerzas serbias entre Sarajevo y Kiseljak, al oeste de la capital bosnia.
Otros soldados de la ONU se vieron involucrados ayer en incidentes: en el enclave de Bihac, un casco azul francés resultaba herido por un francotirador, mientras en una zona cerca de Tuzla, unos carros de combate daneses fueron objeto de disparos de misiles y respondieron al ataque.
Mientras tanto, en la misma capital bosnia, un helicóptero sanitario era alcanzado por el impacto de una bala de arma ligera. El disparo se produjo, según todos los indicios, desde un sector situado bajo control serbio, siempre según los informes de Unprofor.
A lo largo de la madrugada de ayer cayeron sobre la capital bosnia cuatro granadas anticarro, cuyo origen era desconocido por los mandos de las fuerzas de la ONU. Se trata de las explosiones más intensas registradas en Sarajevo después del ultimátum de la OTAN del pasado 10 de febrero, que impuso la retirada del armamento pesado a más de 20 kilómetros de la ciudad.
Los portavoces de Unprofor reconocen que una media docena de armas pesadas -un número que aumenta día a día- siguen bajo control serbio dentro de la zona de exclusión.
Entretanto, los informes de las fuerzas de las Naciones Unidas confirman que los serbios han concentrado armamento pesado en torno a Brcko. Los musulmanes les acusan de pretender ensanchar su corredor que, a su paso por esa ciudad, un importante puerto fluvial, sólo tiene 10 kilómetros de anchura.
Los serbios, por su parte, replican que las fuerzas musulmanas intentan bloquear el citado corredor. En su mayor parte, Brcko se encuentra bajo control serbio, aunque todavía existen bolsas de resistencia musulmana en la ciudad y en sus alrededores.
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, Warren Cristopher, declaró ayer en Tel Aviv que la zona norte de Bosnia donde se está registrando la concentración de tropas y armamento debería contar con protección internacional.
Paralelamente, prosigue la polémica sobre el número de víctimas registradas durante las tres semanas de asedio serbio a Gorzade -que se cifraron en 700 muertos y 2.000 heridos- y su posible exageración por los medios de comunicación. No obstante, 23 heridos, de los que 21 procedían de Gorazde, fueron evacuados ayer de Sarajevo a bordo de un avión de transporte belga con destino a Bruselas.
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