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El conservador Calderón es el virtual ganador de los comicios presidenciales

Los colegios electorales volvieron a abrir ayer sus puertas, los observadores se situaron en sus puestos y los salvadoreños votaron de nuevo para escoger al presidente del país. Incluso algunas deficiencias de organización que se señalaron el pasado 20 de marzo se han repetido La diferencia es que de esta segunda vuelta sí saldrá elegido el presidente y, si no hay sorpresas, Armando Calderón, de la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (Arena), se alzará con un triunfo holgado sobre el candidato de la izquierda, Rubén Zamora.

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A la una de la tarde, en el colegio de la Feria Internacional de San Salvador, el ambiente entre los supervisores de Arena y los de la coalición que encabeza el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) estaba caldeado. Varios adolescentes encendidos protestaban ante un observador de Naciones Unidas. "¡No sé por qué nosotros no podemos cantar Sombrero azul, que no dice nada, cuando ellos están repartiendo esto!", decían, blandiendo un caramelo con el envoltorio de Arena.La discusión fue interrumpida por la llegada de Elizabeth Aguirre, esposa del candidato Calderón. Ahí empezó la guerra. Coral, afortunadamente. "¡El pueblo, unido, jamás será vencido!", "¡Arena, asesinos!", cantaban decenas de vigilantes del Frente, con sus delantales rojos.

"¡Patria sí, comunismo no!", contestaban a un palmo de distancia los areneros, con sus delantales blancos. La algarabía era ensordecedora, los observadores de la ONU se recogían en una esquinita y doña Eli fue sacada en volandas del recinto.

A pesar de los brotes enardecidos, lo previsible de los resultados ha restado emoción a estos comicios, los primeros que celebra El Salvador tras el final de una guerra civil de 12 años que dejó alrededor de 80.000 muertos y en los que la antigua guerrilla, el FMLN, se presenta como partido político legalizado.

Los sondeos dan a Calderón un 70% de los votos y un 30% a Zamora, líder de la coalición formada por Convergencia Democrática y el FMLN. En la primera votación, ninguno de los candidatos logró alzarse con la mayoría absoluta. Sí quedó conformada, en cambio, la nueva Asamblea Legislativa, donde el FMLN se constituye en la segunda fuerza del país, por detrás de Arena.

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Las "anomalías" que salpicaron la primera vuelta y que impidieron el sufragio del 10% de los 2,7 millones de votantes potenciales no han sido plenamente corregidas, a tenor de un informe de la misión de Naciones Unidas en El Salvador (Onusal). El Tribunal Supremo Electoral, responsable del proceso, ha ampliado el número de centros de votación y ha incluido en el registro electoral a 15.000 personas más que no pudieron votar. Onusal, sin embargo, considera insuficientes estas medidas.

"La situación es la misma que en la primera vuelta y la Junta de Vigilancia, que representa a todos los partidos, ha sido marginada del proceso. Onusal sólo puede observar y presionar", explica un dirigente del FMLN. El propio candidato de Arena comentaba con ironía que todavía no se habían sacado los muertos de los padrones.

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