El Olímpico jugará el próximo año en Segunda
El Olímpico de Marsella, vigente campeón de Europa, jugará en la Segunda División francesa el año próximo. La Federación Francesa de Fútbol (FFF) decidió anoche imponer al club marsellés la máxima sanción posible, la pérdida de categoría, por considerar probado que hubo un "intento de corrupción" en un partido disputado en 1993 entre el Olímpico y el Valenciennes. El presidente del club, el empresario y político socialista Bernard Tapie, vio cancelada su licencia de directivo y no podrá ejercer ningún cargo en el fútbol galo. La durísima sanción conmocionó Marsella.
Durante todo el día, los directivos de la federación escucharon el testimonio de los implicados en el presunto soborno. Benard Tapie, acompañado de su abogado, prestó declaración durante más de dos horas. Ya pasadas las once se anunció el veredicto. Además del castigo al club y a Tapie, Jean-Pierre Bernés, ex director general de la entidad, fue suspendido a perpetuidad, y tres jugadores (Jacques Eydelie, Christophe Robert y el internacional argentino Jorge Burruchaga) quedaron apartados de toda competición francesa por dos años, hasta el 1 de julio de 1996. La sanción de la FFF es inapelable.El castigo fue recibido con indignación en Marsella. El propio presidente del Consejo General (Gobierno autónomo), Jean-Claude Goddard, se declaró "desolado" y "muy descontento" por la decisión, adoptada por la FFF antes de que la justicia civil se pronunciara sobre el presunto intento de compra, por parte del Olímpico, de su encuentro contra el Valenciennes el 20 de mayo de 1993. La operación fue denunciada por Christophe Robert, el jugador del Valenciennes que recibió el dinero de manos de un intermediario. Robert fue uno de los sancionados ayer.
El presidente regional Goddard repitió anoche los argumentos esgrimidos ante el comité ejecutivo de la FFF por los abogados del club."¿Qué ocurrirá si los tribunales de justicia exoneran al Olímpico? Toda la región marsellesa se sentirá estafada, y con toda la razón", afirmó. Cientos de seguidores del club de Marsella empezaron a congregarse, pasada la medianoche, en los alrededores del estadio para protestar contra la sanción. El encuentro Olímpico-Montpellier, que se tenía que jugar hoy, fue suspendido en previsión de incidentes. Un portavoz del club afirmó que la decisión federativa "no era lúcida" y constituía para la entidad "un mazazo de consecuencias incalculables".
Claude Simonet, presidente de la FFF, se mostró inflexible. En su opinión, estaba "razonablemente probada la tentativa de corrupción", y debía "aplicarse lo establecido en el reglamento" para estos casos. La FFF dejó, sin embargo, un resquicio de esperanza al Olímpico: no se le impedirá que el próximo año dispute una competición europea si se clasifica para ella, cosa que parece muy probable, dado que ocupa en estos momentos la segunda plaza de la clasificación en Primera División. A pesar de ser el vigente campeón, al Olímpico se le prohibió disputar este año la competición por el asunto del Valenciennes.
En cuanto a los tres jugadores sancionados, se les autorizó a jugar en cualquier competición extranjera durante los dos años de suspensión en Francia "si la FIFA no opone inconvenientes". Eso es especialmente importante para el argentino Jorge Burruchaga, que podrá formar parte de la selección de su país en el próximo Mundial de Estados Unidos.
Cristophe Robert, defensa del modesto Valenciennes, destapó el asunto. Robert confesó haber recibido 250.000 francos (unos 5,5 millones de pesetas) para favorecer la victoria del Olímpico de Marsella en el partido de la Liga francesa que ambos equipos disputaron el 20 de mayo de 1993. El Olímpico, que encabezaba la clasificación, garantizaba su quinto título consecutivo si lograba uno 0 los dos puntos en el citado encuentro.
La policía halló el dinero de la compra enterrado en el jardín de los padres de Robert. El jugador fue procesado por "corrupción pasiva". También fue procesada su esposa, Marie, que fue la persona que recibió ¿I dinero. El día anterior al partido, Marie Robert acudió a un hotel de Valenciennes donde le fue entregado el dinero. Robert afirma que la persona que le compró fue su amigo Jean-Jaeques Eydelie, jugador del Marsella en esos momentos. Éste le telefoneó en las vísperas del partido y le ofreció una cantidad de dinero a cambio de que simulara una lesión durante el encuentro.
Robert, al poco de comenzar el partido, se tiró al suelo de una forma aparatosa y, ante la extrañeza del cuerpo médico, manifestó que le dolía mucho una rodilla. El encuentro terminó con la victoria del Olímpico de Marsella por 0-1, lo que le garantizaba el título de Liga. Días después lograba la Copa de Europa tras ganar al Milan también por 1-0.
Otros dos jugadores del Valenciennes, Jacques Glassmann y el argentino Jorge Burruchaga, declararon ante el juez haber recibido a través del teléfono la misma oferta, pero ellos la rechazaron. De hecho fue el propio Glassmann quien levantó la liebre al informar a los dirigentes de su club del intento de soborno.
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