Decenas de miles de personas 'toman' Argel por la lengua bereber y contra la violencia

Argelia puso ayer fin al bienio del silencio con una serie de marchas organizadas en diversas ciudades del país para reclamar la lengua bereber (tamazight) y rechazar la violencia y el terrorismo. La manifestación más importante fue en la capital, Argel, donde durante más de dos horas desfilaron pacíficamente decenas de miles de personas convocadas por diversas organizaciones culturales bereberes.

Las citadas organizaciones estaban vinculadas al Frente del Fuerzas Socialistas (FFS). "¡No somos árabes, tamazight a la escuela!", gritaron los manifestantes en Argel de forma reiterativa y rítmica mientras blandían en la mano derecha su carta verde de identidad. Con este gesto airado certificaban su nacionalidad argelina y reclamaban al mismo tiempo el derecho a la democracia y a discrepar de la política unitaria, que ha impuesto como cultura única la árabe, y olvida que cerca de un tercio de la población (siete millones de habitantes) pertenecen a la comunidad bereber.La marcha de la capital se inició poco después del mediodía en la plaza de Primero de Mayo, donde se concentraron millares de ciudadanos, muchos de ellos venidos en un tren especial o en autobuses desde el interior de la Kabylia. Algunos vestían los trajes tradicionales, otros blandían ramos de olivos y sobre todo pancartas en las que se reclamaba una "Argelia democrática sin violencia", el "respeto a los derechos humanos" o "la paz civil dentro del respeto democrático".

Los manifestantes se dispersaron en la plaza de Adis Abeba, en la colina de Muradia, donde un cordón de seguridad de los propios organizadores de la marcha impidió el paso hacia la presidencia de la República.

Férreo control

El recorrido estaba controlado por numerosas fuerzas de seguridad, sobre todo gendarmes, que permanecían en el interior de los vehículos o apostados con sus armas en las terrazas de los edificios que bordeaban el trayecto.Otras movilizaciones similares se registraron en una docena de ciudades de la región de la Kabylia, entre otras Tizi Uzu o Bejaia. Las manifestaciones del interior del país pusieron al descubierto la polémica política en la que se encuentra inmersa Argelia, ya que fueron convocadas en su mayoría por el movimiento cultural bereber opuesto al de los socialistas y que está impulsado por la Agrupación por la Cultura y la Democracia (RCD), quien se opone a cualquier tipo de diálogo con los integristas y propone como solución la "violencia" y la "resistencia".

Estas marchas coinciden con el 14 aniversario de la Primavera Bereber, organizada en 1980 en la región de la Kabylia en defensa de su lengua y cultura autóctona, que fue duramente reprimida por el gobierno del Frente de Liberación Nacional.

Las manifestaciones de ayer abren un periodo de movilizaciones que culminarán el 1 de mayo con una marcha nacional en contra del diálogo y que tendrá su réplica en una segunda marcha prevista para el 8 de mayo en favor de la negociación y la concordia nacional. Con esta serie de convocatorias los argelinos recuperan plenamente la calle, que tuvieron que abandonar hace más de dos años cuando se interrumpió el proceso legislativo y se estableció el Estado de Excepción.