304 cooperativistas inauguran sus viviendas en el barrio más moderno del distrito de Vallecas

Un barrio de película -muchas calles llevarán el nombre de cintas famosas- ha nacido en Vallecas: Madrid Sur. La mayoría de las 4.000 viviendas proyectadas hace seis años están acabadas. Tan sólo hay un punto negro: la promoción de PSV (857 pisos) sigue empantanada. Ayer, cuando 304 familias brindaban por la entrega de sus viviendas de la cooperativa IV, otro centenar gritaba al lado con desesperación: "¡Queremos nuestro piso!". En esta ocasión se desfogaron contra Eduardo Mangada, ex consejero de Política Territorial, y le lanzaron cientos de huevos.

Mil cooperativistas han estrenado hasta hoy su piso en Madrid Sur (Puente de Vallecas). Las primeras viviendas se entregaron en junio de 1993. El presidente regional, Joaquín Leguina (PSOE), fue el encargado de repartir a 224 familias las llaves de los primeros pisos que terminó la cooperativa León Felipe. Posteriormente se han ido entregando el resto de promociones. Hasta el momento están acabadas 2.600 viviendas y en los próximos días empezarán a ocupar sus pisos los socios de la cooperativa Vitra, del sindicato Comisiones Obreras.Ayer, 304 familias celebraron con una fiesta la toma de posesión de las viviendas de la cooperativa IV. Paco Fernández, presidente de la gestora, era un hombre feliz: "El éxito de la construcción de estos pisos está en los propios socios, que han participado y controlado todo el proceso de edificación y la gestión de la propia cooperativa".

Al acto de entrega asistieron diputados regionales de IU acompañados de altos cargos del Gobierno de la Comunidad de Madrid. También se presentaron en la fiesta sin invitación los cooperativistas de PSV, que esperan desde hace meses la finalización de sus viviendas en varias parcelas. Mientras en la carpa montada para la inauguración de las 307 casas los socios de IV brindaban por sus nuevos pisos, en el exterior los afectados por la crisis de PSV se dejaban oír.

En esta ocasión incorporaron a su habitual repertorio a Eduardo Mangada, ex consejero de Política Territorial, que ideó y aprobó el proyecto del nuevo barrio de Madrid Sur en Vallecas, al que acusaron de apoyar a la cooperativa de UGT. "Manga, Mangante", gritaron. Luego, pasaron a la acción y le lanzaron cientos de huevos.

En Madrid Sur los cooperativistas de PSV están pendientes de la conclusión de 857 viviendas. Algunos bloques podrían terminarse en cuatro meses y a otros les queda un año de trabajo. Tan sólo falta que, tras la intervención de la cooperativa por parte del Gobierno, se desbloquee la suspensión de pagos y comiencen de nuevo las obras.

La desazón de los socios de PSV contrastaba con la alegría y el júbilo de los afiliados a la cooperativa IV. "Es una pena lo que les ha ocurrido, yo en su caso haría los mismo", decía uno de los nuevos vecinos que se asoció hace cinco años a IV.

La empresa Fomento de Construcciones y Contratas ha sido la encargada de levantar los pisos de la cooperativa IV en las parcelas E.16, E.21 y E.06 del polígono que compró hace tiempo la Comunidad de Madrid. Sus nuevos propietarios residían hasta ahora en Getafe, Leganés, Fuenlabrada y en el propio Vallecas.

Los nuevos vecinos abonarán una media de nueve millones de pesetas por unos pisos que oscilan entre los 70 y 90 metros cuadrados. En el precio está incluida la plaza de garaje y el cuarto trastero.

80.000 pesetas en 15 años

Los socios de IV se apuntaron a la cooperativa en 1989. Su primera aportación económica fue de 200.000 pesetas. Posteriormente, cuando se adjudicaron las parcelas a la promotora desembolsaron alrededor de un millón y medio de pesetas por el suelo. Ahora pagarán entre 55.000 y 80.000 pesetas mensuales por el crédito hipotecario que han contratado por los próximos 15 años.

Para estos nuevos inquilinos de Madrid Sur su vida toma un nuevo rumbo. Orencio Collado, un empleado de telecomunicaciones, vivía en Móstoles en un piso de 50 metros cuadrados. Ahora posee una casa de casi 90 metros. Por eso, ayer comentaba entre bromas: "Tengo un comedor tan grande que voy a tener que poner gafas a mis hijos para que vean la televisión". Según Ebelio Ladrón, un ascensorista de 38 años con un sueldo de 140.000 pesetas, su piso es tan bonito como el "mismísimo palacio de la Zarzuela".

El presidente de la Asamblea de Madrid, Pedro Diez (IU), acudió a la inauguración de las viviendas y, de paso, echó un vistazo a los terrenos donde pretende instalar el nuevo Parlamento regional.