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TVE ofrece imágenes, tomadas por los propios legionarios españoles en la guerra de Bosnia

Han vivido su primera "guerra de verdad". No sólo se han visto golpeados por el horror de la guerra de Bosnia, sino que han fotografiado y filmado con vídeos domésticos parte de su cara más negra. Ahora, varios oficiales y legionarios de la Agrupación Málaga y la Agrupación Canarias, que estuvieron seis meses en el conflicto yugoslavo, han cedido sus imágenes a TVE. Se emiten hoy (Línea 900, La 2, 21.30), junto a testimonios "de impotencia" de los propios soldados. "Hubiéramos querido entrar en combate, pero cada mañana nos decíamos: somos soldados de Naciones Uñidas, ésta no es nuestra guerra".

Las fotografías que aparecen en el reportaje Recuerdos de Bosnia -elaborado por Marta Nim y Pilar Ruiz- son en su mayoría imágenes que muestran a los legionarios junto a niños de la zona. En las entrevistas, los recuerdos más tiernos van dedicados a los pequeños: "Les dabas un globo y creían que aquello era lo más moderno del mundo. Los juguetes que ellos tienen son pistolas, granadas...". Otro de los recuerdos de Bosnia es la bolsa con la comida o la cena. "Le dabas tu bocadillo a un niño y, a lo mejor, a la vuelta de la esquina el padre te tiroteaba "En realidad, no eran tantos los soldados que se llevaron cámara", explica Antoni Esteve', director de Línea 900. Encontrar a las personas que conservan un recuerdo gráfico de esos seis meses ha sido una de las dificultades del equipo del programa en la elaboración del reportaje. Las imágenes de vídeo muestran en su mayoría el efecto de las bombas sobre los edificios y, también, momentos que estos "profesionales de la guerra", como se autodefinen, califican de "tensos y de una impotencia total".

Antoni Esteve señala que Re cuerdos de Bosnia es un reportaje que admite varias lecturas, desde la óptica. antimilitarista hasta la que es puramente un recuerdo emotivo. "Nuestra intención no era hacer llorar a la gente, aun que el reportaje tiene un cierto grado de ternura. En ningún momento nos hemos planteado hacer un reportaje de propaganda sobre el papel del Ejército, ni tampoco todo lo contrario". A pesar del miedo y de reconocer que la guerra les ha marcado, la mayoría aseguran que volverían a estar allí si fuera necesario: "Para eso estamos".

Una cámara en el petate

Francisco se retira el casco azul de los ojos para colocarse el visor de la cámara. Siempre lleva la réflex en el carro blindado para llevarse a su casa las imágenes del frente de Mostar por el que este paracaidista patrulla para vigilar el alto el fuego entre croatas y musulmanes. Algunos de sus compañeros de la Agrupación Táctica Madrid se han llevado también la cámara fotográfica o el vídeo y lo han plasmado todo: el patatal donde está la base de blindados de Dracevo, noches de cuartel, víctimas de la guerra, mañanas de batalla, niños de la guerra, intercambios de prisioneros, el bombardeo de la base de Jablanica... Hasta la primera comunión de un soldado.Los cascos azules españoles han estado viviendo durante meses la guerra en directo y ahora la verán en sus casas en diferido. "Soy aficionado a la fotografía y aquí tienes que retener el dedo para no sacar fotos de todo", señala Paco mientras dispara a una casa comida a cañonazos. "Antes ni siquiera, podíamos sacar la cabeza, porque había francotiradores", tercia Santiago. Pero no se resiste a sacar la cámara. "Quiero que mi familia sepa dónde estoy", explica. El cabo Fernández lo tiene claro: "Todo el mundo tendría que ver este horror, verían la vida de otro modo".

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