El IRA da por terminada la tregua de tres días con varios atentados en el Ulster
Apenas cinco minutos después de la medianoche del. viernes, el Ejército Republicano Irlandés (IRA) dejó claro que el alto el fuego provisional, de tres días, acababa de expirar con tres atentados sin víctimas que se produjeron casi simultáneamente en Irlanda del Norte. Primero fue un tiroteo contra dos puestos del Ejército en el condado de Fermanagh. Diez minutos después, una granada de mortero alcanzaba a una comisaría de policía al norte de Belfast.
En ninguno de los ataques se registraron víctimas, pero dejaban claro que la paz había terminado. Sin embargo, Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, (brazo político del IRA) se mostró ayer relativamente optimista en unas declaraciones realizadas en Belfast. Según Adams, y pese a la actitud negativa del Gobierno británico ante la tregua, la actual fase tiene que dejar paso a un periodo mucho más positivo para el futuro del Ulster. "Al menos los republicanos tenemos el firme deseo y el compromiso de que así sea", dijo. Pese al interminable cruce de declaraciones entre líderes unionistas, republicanos, británicos e irlandeses, que se han producido al calor de la expirada tregua, no está claro que los tres días de alma hayan desbrozado ni siquiera un poco el intrincado camino hacia la paz en el Ulster. La postura del primer ministro británico, John Major, que calificó el alto el fuego de cínico, no ha variado aparentemente desde que se hizo público el comunicado del IRA, hace diez días.
El viernes por la noche, en unas declaraciones desde Otawa, el ministro para Irlanda del Norte, Patrick Mayhew volvía a repetir casi textualmente la frase de Major: "la tregua ha sido un gesto cínico".Y las primeras reacciones de relativa satisfacción por parte del primer ministro irlandés, Albert Reynolds, enseguida quedaron enterradas por una avalancha de lamentaciones y una reiterada reclamación de cese definitivo de la violencia.
Incluso el ministro irlandés de Exteriores, Dick Spring, que se ha distinguido por su actitud favorable a la aceptación del alto el fuego de los republicanos, señaló el jueves que la tregua era "patéticamente breve". Sin embargo, algunos analistas valoraban ayer como un detalle de cierta relevancia el hecho de que la última negativa oficial británica del pasado jueves a iniciar conversaciones directas con el Sinn Féin estuviera redactada en una extensa carta de dos folios. Hasta ahora, al Gobierno del Reino Unido le habían bastado cuatro párrafos para rechazar las pretensiones negociadoras de Adams.
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