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Los guerristas aceptan a Chaves como secretario general a cambio del 49% de la ejecutiva andaluza

Los guerristas aceptaron anoche entrar a negociar con los renovadores para elegir a la nueva dirección del PSOE andaluz después de casi conseguir sacar de quicio al presidente de la Junta de Andalucía. Manuel Chaves no logró hasta casi las diez de la noche que los partidarios de Alfonso Guerra se avinieran a decir si le aceptaban como próximo secretario general del PSOE de Andalucía e incluso participar en su ejecutiva. A medianoche, los guerristas pedían la presidencia, la secretaría de administración y otros tres cargos ejecutivos, además de la mitad de las vocalías de la ejecutiva andaluza que hoy elegirá el congreso del PSOE andaluz. Es decir: quieren el 49% de le ejecutiva.

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Los guerristas, haciendo un remedo de lo que fue su actuación en el congreso federal de hace 20 días, jugaron a la técnica del desconcierto. Durante horas extendieron la idea de que iban a quedarse fuera de la ejecutiva, con el argumento de estar en contra de volver al modelo según el cual el poder del partido y del Gobierno andaluz lo ostente la misma persona, es decir, Manuel Chaves.Al parecer eran conscientes de la preocupación que embargaba a Chaves ante la posibilidad de que un sector importante del partido le fuera desafecto y, sobre todo, que jugaran a la contra o mantuvieran una actitud pasiva durante el proceso electoral para los comicios del 12 de junio. Las aseveraciones de otro importante grupo de renovadores a los que no importaba demasiado que los guerristas quedaran- fuera -toda vez que ellos ostentaban casi el 70% de los votos de los delegados- no tranquilizaban en absoluto a ChavesCasi desesperados

De la misma impresión participaba el secretario de organización del PSOE, Cipriá Ciscar, que intentó trasladar a las partes enfrentadas el espíritu de la integración encomendado por Felipe González. En estas conversaciones también estuvo presente la secretaria general de la Presidencia, Rosa Conde.

En torno a las 22.00 los renovadores, un tanto desesperados, pasaron a los guerristas la lista que había elaborado Chaves en la que había algunos de los partidarios de Alfonso Guerra. La respuesta de los guerristas fue a lo grande,, solicitando casi el 50% de puestos de la ejecutiva. Esta petición se consideraba a medianoche el auténtico principio de la negociación.Lo cierto es que los guerristas despistaron a los renovadores dado que, por un lado, mostraban tranquilidad ante la posibilidad de quedarse fuera y, por otro, hacían manifestaciones en el sentido de que su exclusión no significaría un drama. Ellos querían ser coherentes con lo que había ocurrido la noche anterior, en la que el 84% de los delegados votó a favor de la gestión de la ejecutiva de Carlos Sanjuán.

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Hubo momentos de irritación cuando los críticos supieron que algunos renovadores opinaban en alto que los guerristas querían quedarse fuera y después criticar a la nueva dirección si las autonómicas de 12 de junio eran adversas para el PSOE. El secretario general de los socialistas granadinos, Ángel Díaz Sol, guerrista, aseguró: "Vamos a trabajar como fieras para ganar las elecciones, que nadie piense que si quedamos fuera de la ejecutiva es porque buscamos una salida a la gallega".

Aludía así al comportamiento de los renovadores gallegos que, al excluir de sus listas electorales a los guerristas, tuvieron que asumir al completo la derrota. Otro guerrista significado,

,Antonio Claret García, coordinador de la campaña, reaccionó con vehemencia: "Vamos a trabajar como locos para ganar por mayoría absoluta".

Los renovadores reconocían que el sector crítico jugaba con ventaja por la cercanía de las elecciones; si este congreso -como pretendían Felipe González y Manuel Chaves -se hubiera celebrado después de junio, hubieran tenido menos contemplaciones y no hubieran soportado la situación de ayer, que aún era incierta. No así para los más conocedores del partido que mantenían la pragmática tesis de que los guerristas no se quedarían fuera de la dirección. "Afuera hace mucho frío", decían.

Las incompatibilidades, caballo de batalla

Las incompatibilidades volvieron ayer a enfrentar a guerristas y renovadores durante el debate de las ponencias del séptimo congreso regional del PSOE de Andalucía. La mayoría de las enmiendas defendidas por los guerristas en la comisión que debatió el modelo de partido iban dirigidas a prohibir la coincidencia de cargos orgánicos e institucionales en un mismo dirigente, especialmente el de la secretaría regional y el de la presidencia de la Junta de Andalucía.Éste sigue siendo el caballo de batalla de los dos sectores del socialismo andaluz y lo que ha impedido hasta el momento el inicio de negociaciones para formalizar una candidatura de consenso. La minoría guerrista que dirige Carlos Sanjuán considera que éste es el obstáculo principal de las negociaciones, mientras que los renovadores dan por cerrado este asunto y lo sitúan al margen de cualquier trueque.

Las enmiendas que defendían la incompatibilidad de puestos fuero n rechazadas por la mayoría renovadora, que cuenta con el apoyo del 63,2% de los 460 delegados que asisten al congreso. Los estatutos del PSOE no prohíben expresamente la compaginación de tareas y únicamente califican de acertado" el evitar que los militantes con responsabilidades directas de gestión acumulen también trabajos orgánicos de importancia, como las secretarías de áreas.

Las discrepancias entre los dos sectores del PSOE fueron también evidentes en la comisión sobre el impulso autonómico y la descentralización de las administraciones públicas. Los guerristas sacaron a relucir un viejo tema que en su día originó graves discrepancias internas la dotación de mayores recursos y competencias a las diputaciones provinciales a costa de las que gestiona la Junta de Andalucía.

Los socialistas andaluces, por otro lado, apuestan por "un federalismo cooperativo", aunque dejan traslucir un cierto temor a que el apoyo de nacionalistas vascos y catalanes a la gobernabilidad de España se traduzca en medidas beneficiosas para estas comunidades en, detrimento de los intereses andaluces. Por este motivo, defendieron la creación de un grupo de diputados y senadores de Andalucía dentro del Grupo Parlamentario Socialista, para analizar y promover propuestas políticas en beneficio de los intereses de la comunidad andaluza.

Los delegados socialistas tenían previsto aprobar en la madrugada de hoy una resolución política en la que muestran su apoyo a los trabajadores de Puleva, Gillette y Santana, afectados por la regulaciones de empleo y el cierre de fábricas.

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