Bossi admite que Berlusconi está llamado a presidir el nuevo Gobierno italiano

El jefe de la Liga Norte, Umberto Bossi, reconoció ayer que "el autócrata de Berlusconi", como llamó al líder de Forza Italia, tiene todos los números para que el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro, le encargue la formación del Gobierno. Bossi, que en la campaña electoral llenó de insultos y amenazas tanto al dueño de Fininvest como al otro gran socio de éste, el neofascista Gianfranco Fini, añadió que se reserva dar su apoyo o no a un Gobierno encabezado por el magnate de la televisión privada, y que sólo le sostendrá a cambio de un severo control sobre dos puntos: el federalismo y la democracia.

Los amantes de curiosidades electorales y recopilaciones numéricas contaron, hasta la semana pasada, 53 cambios de opinión de Umberto Bossi, guarismo que puede multiplicarse ante el infinito si Italia no se apresura a formar Gobierno, o incluso más allá de tal momento. El reconocimiento, aunque condicionado, por parte de Bossi a un Silvio Berlusconi que se marchó de las conversaciones con su aliado-enemigo cuando éste indicó que pensaba iniciar contactos con el centro y la izquierda, al igual que su propio encuentro con Gianfranco Fini, después de decir que jamás se avendría a razones con los fascistas y que "Alianza Nacional es una pocilga maloliente", no dan de Bossi una imagen segura y fiable.

Pero el líder federalista, obligado a ser realista con el calendario -el tiempo apremia- y ante el peligro de que cualquier birlibirloque de la política le deje fuera de juego, ha querido tapar un hueco, aunque sea completando nuevo cambio de criterio, antes de la reunión de su partido mañana en Pontida, donde dictará sus condiciones.

El juramento de la Liga

Porque mañana por la tarde en las praderas de Pontida, las huestes de Bossi renovarán, un año más, con muchos de sus miembros vestidos de blanco y la cruz roja en el pecho, y con escudos a modo de cruzados, el juramento de la antigua Liga Lombarda contra Federico Barbarroja. El sacro imperio romano-germánico es, en esta ocasión, Roma, capital de Italia. Si Barbarroja se llama ahora Berlusconi es algo que el líder federalista todavía no ha aclarado, aunque tal epíteto es de los pocos que aún no ha dedicado al magnate televisivo. Ayer, en declaraciones a Il Giornale,. Bossi se decía seguro de que Scalfaro hará primer ministro al número uno de Forza Italia, explicando que ambos están ligados "por un pacto férrero y fundado en no sé qué intereses comunes". En tal caso, seguía Bossi, se planteará un auténtico problema para la democracia, porque "este autócrata tendrá en sus manos un poder inmenso: Gobierno, Parlamento, televisiones, periódicos, editoriales, seguros, fondos de inversión, grandes almacenes... Habrá que controlarlo de cerca, y la Liga asumirá el papel de garante, impidiendo el advenimiento de una dictadura moderna". "Pediré a Berlusconi que se despoje de todas sus propiedades que son incompatibles con el cargo del Gobierno. Quiero un primer ministro desnudo", añadió el líder liguista.

Por otra parte, las delegaciones de la Liga Norte y Alianza Nacional, que se reunieron ayer, se mostraron de acuerdo en modificar la Constitución para combinar presidencialismo y federalismo.