Los soldados se marcharán a casa al termino de su jornada laboral'

El servicio militar de los jóvenes españoles se convertirá en una actividad laboral como cualquier otra, con un horario tasado, al término del cual los soldados podrán abandonar el cuartel si así lo desean. El Reglamento del Servicio Militar que prepara el Ministerio de Defensa señala que las actividades de los jóvenes que realizan la mili se regirán por el "horario único" establecido en cada una de las unidades. Es decir, los soldados de reemplazo podrán marcharse del cuartel cuando lo hagan sus mandos y no estarán obligados a realizar ninguna tarea al término de su jornada de trabajo.

El proyecto no fija la duración del horario único pero, a la vista, de lo fijado en el vigente plan de instrucción del Ejército de Tierra, será de siete horas y media diarias durante cinco días a la semana; aunque con excepciones, como los buques o las unidades en maniobras. Ésta es la principal novedad del texto presentado ayer por el secretario de Estado de Administración Militar, Julián Arévalo, en un momento de máxima impopularidad de la mili y de auge de la objeción. La fijación de un horario de trabajo acaba con la anomalía de que España sea uno de los pocos países donde la jornada del soldado es indefinida.Pase 'pernocta'

El pase pernocta, que actualmente tiene carácter excepcional, se generalizará, a condición de que los jóvenes no se alejen más de 60 kilómetros del cuartel o puedan reincorporarse al mismo en un máximo de dos horas. Por la noche, sólo estarán obligados a permanecer en la unidad quienes estén de guardia o bajo arresto. El secretario de Estado se mostró convencido de que, con esta fórmula, se erradicarán las novatadas, que en la mayoría de los casos se producen por la noche.

El proyecto afirma que a los soldados de reemplazo no se les podrán ordenar "actividades ajenas al servicio", ni cometidos que "impliquen prestaciones de tipo personal" para los mandos o sus familiares. No obstante, tendrán que obedecer, salvo que las órdenes que reciban sean ilegales o constituyan delito.

Los soldados podrán quejarse directamente al mando de personal de su Ejército si la reclamación presentada a sus inmediatos superiores "no ha sido atendida debidamente".

Los soldados de reemplazo seguirán sujetos a las leyes pena les y disciplinarias militares, pero las autoridades tendrán en cuenta "al graduar las sanciones que impongan" su condición de núlitares no profesionales. Esta frase parece inspirada en la po lémica surgida por las duras sanciones recientemente impuestas a los 18 boinas verdes de Mallorca.

Los jóvenes destinados a puestos que supongan "especial preparación, penosidad o peligrosidad" recibirán una gratificación especial, de cuantía sin determinar, junto al haber en mano general, de 1.200 pesetas. Además de los permisos ordinarios, de entre 15 y 30 días, habrá otros extraordinarios. En todos ellos los desplazamientos correrán a cargo del Estado. El proyecto de decreto, que regula por vez primera las condiciones de vida y trabajo en el interior del cuartel, está aún en fase de elaboración y difícilmente será aprobado antes del verano.

[Mientras, el jefe del Estado Mayor del Ejército, José Faura Martín, declaró ayer en Sevilla que le gustaría contar con más medios, aunque precisó que acepta "trabajar disciplinadamente" con lo que les dan para aprovecharlo "de la mejor manera posible", informa Efe. Estas declaraciones las efectuó en relación con el recorte presupuestario previsto por el Gobierno. Y agregó: "Todo lo que sea disminución no nos gusta"].