_
_
_
_

Travesía del desierto para los que se van

A los sindicalistas, como a los políticos, la retirada de sus cargos les supone una dura travesía en el desierto. Perder influencia, y un cierto poder, no le gusta a ninguno; ni a los que se van por propia voluntad ni a los que se marchan forzados. La práctica totalidad de la dirección saliente de UGT empieza ahora esa etapa. Casi todos ellos están en la barrera de los 50 años de edad, salvo Nicolás Redondo -tiene 66 años- y Apolinar Rodríguez -tiene 43 años- y casi ninguno cuenta con una empresa a la que volver.Redondo se jubila del todo y no quiere ningún cargo honorífico. Su hijo, Nicolás Redondo Terreros, secretario general del PSOE de Vizcaya, está convencido de que éste es el propósito del veterano sindicalista: "Se va a dedicar a estar con la mujer, a pasear y a leer novela negra durante muchos meses".

Más información
Fuertes presiones sobre Cándido Méndez para que la nueva ejecutiva de UGT sea de integración

Antón Saracíbar, 53 años, ya ex número dos de UGT, ha pedido el finiquito en el sindicato y la próxima semana se apuntará al paro. Él asegura, con su habitual sorna, que si no le sale ningún trabajo volverá a coger la caja de herramientas y las bombillas y a hacer otra vez de electricista. Los planes de los dirigentes futuros de UGT son otros y tienen previsto que dirija alguna fundación ugetista.

José María Zufiaur (ex vocal adjunto al secretario general) también va a seguir vinculado a UGT. Se mantiene como director del Instituto Sindical de Estudios y como miembro del Comité Económico y Social comunitario.

Apolinar Rodríguez (exsecretario de acción sindical) es el único que tiene empresa donde volver, Renfe, y ha enviado a Mercé Sala, presidenta de la compañía pública, una carta pidiendo la reincorporación. Cuando entró en la dirección ugetista, hace ahora ocho años, era director general de Renfe, pero aún desconoce qué destino le espera. En los pasillos del congreso bromeaba hace unas horas: "Acepto que me degraden dos o tres niveles, pero no que me manden de guardagujas".

Miguel Angel Ordóñez (ex secretario de prensa) ha alquilado una casa en un pueblo de Almería para descansar durante los tres próximos meses. Emilio Castro (ex secretario de acción institucional) tampoco tiene claro su futuro porque dejar el cargo en UGT seguramente implicará que tenga que abandonar también la vicepresidencia del CES español.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_