Los congresos regionales ponen a prueba la integración en el PSOE
Los congresos regionales del PSOE de este fin de semana y de los próximos días pondrán a prueba la eficacia del discurso auspiciado por el secretario general, Felipe González, en el 33º Congreso Federal: un difícil equilibrio para no disgustar a nadie y contentar a todos a medias. La prueba de fuego está en saber si prende la mecha de esta llamada integración, a medias con la renovación. De no ser así, los socialistas acudirían absortos en sus rencillas internas a las elecciones andaluzas y europeas de junio.
A juzgar por lo sucedido hasta ahora en la fase precongresual, los diferentes sectores socialistas (guerristas, integradores y renovadores) imitarán las tácticas con que sellaron el 330 congreso: tensión negociadora hasta el último momento para conseguir las máximas ventajas y lograr finalmente el acuerdo.,En Andalucía, a pesar de las altisonancias, las amenazas de ruptura y ciertas actitudes aparentemente suicidas, se han puesto las bases para que este fin de semana el acuerdo presida la clausura del congreso. Y otro tanto parece que ocurrirá en Baleares. En el País Valenciano y Castilla-La Mancha, que también celebran sus congresos este fin de semana, no hará falta poner en funcionamiento las artes de la negociación, ya que las diferencias internas son mínimas.
El presidente valenciano, Joan Lerma, obtendrá con seguridad el apoyo de las 23 comarcas que componen su federación para seguir como secretario general. En Castilla-La Mancha, el presidente José Bono también mantendrá con eficacia su poder, aunque el cargo de secretario general lo seguirá ocupando Juan Pedro Hernández Moltó.
En Baleares, el anuncio del actual secretario general, Joan March, de retirarse de la pelea ha facilitado mucho las cosas y sólo resta que las distintas familias se pongan de acuerdo en si Ramón Aguiló puede ser el sustituto de consenso.
Andalucía es, no obstante, la federación emblemática, siguiendo el dicho clásico en ese partido, que tanto irrita a otras federaciones, de que "el PSOE es Andalucía". Es la federación más numerosa en militantes y la que más diputados y senadores aporta. a las Cortes generales, y afrontra la necesidad de un acuerdo impuesto por la proximidad de los comicios autonómicos del 22 de junio.
Despedida digna
Hasta ayer, los andaluces cumplían el guión. Durante días han dado la impresión de que llegarían al domingo con dos listas, enfrentadas, y es posible que así ocurra. Manuel Chaves, por un lado, y Carlos Sanjuán por otro. Pero no habrá duelo si la organización acepta hacer una despedida digna al actual secretario general, Sanjuán, y vota a favor de su gestión. En tal caso, los guerristas se avendrían a ser integrados en la lista de Chaves.
Lo mismo ocurre en Madrid, federación que junto con la de Andalucía protagoniza los enfrentamientos más virulentos en el PSOE. Los madrileños van a elegir igualmente a dirigentes de las dos facciones para intentar el acuerdo. De manera paralela, el presidente de la FSM, José Acosta, se reunirá el viernes con el presidente de la comunidad, Joaquín Leguina, para proponerle un pacto integrador.
Los guerristas madrileños se reunieron ayer para elegir su propia comisión. En el encuentro fueron mayoría quienes apostaron por restañar las heridas y no dar el espectáculo. Los guerristas creen que con el nuevo sistema de elección de delegados ya no serían 13, sino menos, los votos que les separarían de tener la mayoría. En todo caso, unos tendrían el 49% y otros el 51%; es decir, "perfectamente divididos en dos", según afirmación en tono amargo de un veterano dirigente madrileño.
El secretario de organización del PSOE, Cipriá Ciscar, ha inaugurado el cargo con una actividad trepidante, consistente en propagar "el espíritu de la integración y de la renovación". Este fin de semana tiene voluntad de asistir a dos o tres de los congresos en marcha. Empezará con el suyo propio, la federación valenciana.
Tras este fin de semana, los congresos se sucederán en otras regiones a lo largo de unos dos meses. Además del de Madrid, los más conflictivos serán los de Cantabria y Galicia, donde renovadores y guerristas acudirán claramente divididos.
Jaime Blanco, actual secretario regional cántabro, se presentará a la reelección, y el renovador Ángel Duque intentará darle batalla. De momento parece imposible que ambos sectores alcancen un acuerdo. En Galicia se da por casi seguro que Francisco Vázqpez será proclamado nuevo líder, pese a la oposición del sector renovador.
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