Sólo la industria deja de criticar el primer Libro Blanco de la defensa de la Alemania unificada

El Libro Blanco sobre la seguridad de la República Federal de Alemania y la situación y el futuro del Ejército Federal, el primero después de la unificación alemana, ha sido recibido con críticas de todos los sectores, con la excepción de los representantes de la industria. Se trata del primer Libro Blanco que se publica desde 1985, y, según el Ministerio de Defensa, recoge el concepto gu bernamental en política de defensa y tiene en cuenta los cambios fundamentales que se han producido en toda Europa tras la desaparición del Pacto de Varsovia y la fragmentación de la Unión Soviética.

En 160 páginas el ministerio analiza la nueva situación del Ejército Federal alemán, Alemania en los nuevos tiempos, la concepción de la política de seguridad y defensa y el Ejército en el futuro, con especial dedicación a su nuevo papel. En el prólogo del libro blanco el canciller democristiano Helmut Kohl escribe: "La política exterior y de seguridad continuará basada en dos pilares: la unificación política europea y la colaboración transatlántica y la amistad con Estados Unidos y Canadá". Añade Kohl que el servicio más eficaz para la estabilidad. en el continente europeo será conseguir crear un orden democrático en las jóvenes democracias y el desarrollo de una economía de mercado eficaz. Para conseguir esto, Kohl considera necesario ofrecer a los países del Este europeo "la perspectiva de acercarse a las comunidades occidentales existentes en su camino al futuro".

El ministro de Defensa, el también democristiano Volker Rühe, formula con claridad que la OTAN deberá mantenerse abierta a la posibilidad de admitir nuevos miembros "como aportación a la estabilización del Este de Europa". Distingue Rühe dos fases en el reciente camino seguido en Alemania. Primero la asimilación del Ejército de la antigua República Democrática Alemana, la reducción de efectivos del Ejército Federal alemán en un 30% y su preparación para nuevas tareas. En la segunda fase se trataría de preparar al Ejército para los desafíos del futuro, dentro del marco de sus responsabilidades internacionales. Afirma Rühe que el Ejército Federal alemán debe cumplir estas tareas, a pesar de la reducción de recursos.

El tenor de las críticas al libro blanco se centra sobre todo en la escasa concreción que manifiesta. El comentarista del conservador Frankfurter Allgemeine, Karl Feldmeyer, escribe que el libro "decepciona a todos los que esperaban afirmaciones directas. No responde ni a la pregunta sobre el futuro tamaño, ni sobre la estructura del Ejército. Tampoco da informaciones sobre los planes de equipamiento y financiación. Asimismo confirma que actualmente no existe un planteamiento vinculante para el Ejército Federal".

La Asociación Alemana del Ejército Federal, movimiento gremial que agrupa a un cuarto de milllón de soldados, critica la publicación, porque describe adecuadamente la actual situación, pero no dice nada sobre el futuro del Ejército Federal. Añade el comunicado: "Sobre todo queda abierta la cuestión de cómo el Gobierno federal quiere crear las bases constitucionales de acciones pacíficas fuera del territorio nacional y de la zona de actuación de la OTAN".