Volatilidad

La Bolsa española conseguía ayer la mayor subida del ejercicio, un 2,85%, justo un día después de marcar la mayor caída, el 2,91%, y todo por los bandazos que impone Wall Strect, un mercado que tampoco tiene muy claro qué valorar a medio plazo, si la postura de la Administración sobre un crecimiento sostenido y tipos de interés suficientemente altos o la de la Reserva Federal, más precavida ante el recalentamiento de la economía y sus posibles repercusiones inflacionarias. La referencia de las bolsas europeas ayer no era válida, ya que tuvieron que ajustar sobre la marcha la caída del lunes y la posterior recuperación. La contratación de esta sesión fue de casi 30.000 millones de pesetas, de los que un tercio se generó en sólo hora y media, precisamente el tiempo en que coinciden abiertos el mercado continuo y Wall Street, y cuando se supone que los inversores tienen un modelo a imitar. La concentración del negocio continúa siendo elevada, con el 53% del total a cargo de los cinco valores más contratados.

Al margen de esta carrera de obstáculos, el mercado tomará esta mañana contacto con la realidad al celebrarse subastas de préstamos, por parte del Banco de España, y de letras, por parte del Tesoro, y el Bundesbank colocará repos en el mercado, aunque no se esperan grandes novedades en ninguno de los tres apartados. Al cierre, el índice general de Madrid ganaba 8,85 puntos y recuperaba el nivel del 319%, mientras que el Ibex 35 roza el 3.500 al subir un 3,21%.