Una fulgurante carrera política impulsada por la televisión
Antes de lanzarse a la lucha política, Silvio Berlusconi, milanés de 57 años, era conocido como propietario del grupo Fininvest, el segundo conglomerado empresarial de Italia, que incluye desde medios de comunicación -tres canales de televisión y 15 revistas- y propiedades inmobiliarias hasta seguros y otros servicios financieros, pasando por el club de fútbol Milan AC.
Los primeros pasos de Silvio Berlusconi en el mundo del espectáculo se remontan a sus anos de estudiante, en que se ganaba la vida trabajando en verano como animador en cruceros. A los 25 años se licenció en Derecho por la Universidad de Milán e inició casi inmediatamente una carrera como constructor.
A partir de 1969, Berlusconi trabajó en el proyecto Milano 2, la primera urbanización moderna de las afueras de la capital lombarda, iniciativa con la que inició su salida del anonimato, que culminó ayer con su triunfal desembarco en la política.De la televisión al fútbol
En los años ochenta, coincidiendo con la primera presidencia socialista del Gobierno italiano, a cargo de su íntimo amigo y padrino de uno de sus hijos, Bettino Craxi, el imperio de Berlusconi entró en una espiral de crecimiento. En 1980, comenzaron las emisiones de Canale 5 en la televisión italiana. En 1983, Berlusconi adquirió la cadena Italia 1 TV, y al año siguiente, la Rete 4 TV. En 1986 se convirtió en dueño de los Estudios Roma, así como del club de fútbol Milan AC. Dos años más tarde incorporó a sus propiedades los almacenes La Standa, los mayores de Italia.
Previamente, el presidente de Fininvest había ingresado en la logia masónica Propaganda Dos (P-2), el reservado círculo de Licio Gelli que reunió a los notables de la política italiana de los últimos decenios. El rey de la televisión italiana anunció el 26 de enero su candidatura para las elecciones legislativas que se acaban de celebrar en aquel país, para lo cual fundó el movimiento Forza Italia, de carácter liberal y anticomunista, con cuadros procedentes sobre todo de sus medios de comunicación.
Su entrada en la política desencadenó la dimisión de Indro Montanelli como director de uno de sus más destacados diarios, Il Giornale, considerado uno de los más prestigiosos e influyentes periodistas italianos, que pasó a dirigir el diario La Voce, de nueva creación.
En el curso de la campaña electoral, Berlusconi ha tenido que hacer frente a acusaciones que lo relacionaban con la mafia italiana, y la sede de Finivest fue objeto de un registro por una controvertida orden judicial.
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