Rainey regresa como director de equipo
El estadounidense Wayne Rainey, parapléjico desde el accidente que sufrió el año pasado en el Gran Premio de Italia de 500cc, se reincorporará esta temporada al Mundial en calidad de director del Marlboro Team Rainey de la cilindrada inferior y cuyo principal piloto será Kenny Roberts, hijo. Tras la última sesión de entrenamientos del Gran Premio de Australia, Rainey, de 32 años, afirmó: "Las motos han sido mi vida, y me he cansado de verme sin hacer nada". "Quiero seguir implicado en este mundo, y ya que no puedo hacerlo como antes", agregó el triple campeón mundial, "la mejor manera es estar al frente del equipo".Rainey fue uno de los personajes estrella del Gran Premio de Australia, primera prueba de campeonato del Mundo, disputado en la pasada madrugada. Alberto Puig (Honda 500cc) era el español mejor situado para conseguir un buen resultado. Pese a debutar en la categoría reina, se clasificó quinto, no muy lejos de la pole position del estadounidense John Kocinski (Cagiva). Álex Crivillé fue 10º, y Juan López Mella (Roc-Yamaha), 14º. En 250cc, el mejor tiempo correspondió al italiano Loris Capirossi (Honda), con Luis d'Antin (Honda) en séptima posición y Carles Checa (Honda), 12º. En 125cc, el japonés Kazuto Sakata (Aprilia) marcó la pole position, Jorge Martínez Aspar (Yamaha) se clasificó 5º, Herri Torróntegui (Aprilia), 7º, y Carlos Giró (Aprilia), 13º.
El polo opuesto
La Participacion española tuvo otros dos protagonistas. José' Luis Cardoso, un sevillano de 19 años, y Enrique de Juan, barcelonés de 23. Son pilotos que compiten con pocos medios. Pero no. les importa; los resultados son lo de menos, para ellos, lo único importante es estar en el campeonato. Esta madrugada han cumplido un sueño: empezar una carrera en el Mundial.Algunos en el circo no se creen que todavía haya gente que no cobre por correr. Y no sólo es eso, los hay que ponen dinero de su bolsillo. La Aprilia modelo 1992 de Cardoso es blanca, luce sólo los colores verdes de Andalucía. No tiene patrocinador. Su padre y su tío, industriales sevillanos, no son multimillonarios, pero invierten en el chaval, y él lo da todo para corresponderles. Ayer sorprendió a todo el mundo colocándose 19º en la parrilla de 250cc. Dejó tras de sí a 13 rivales, algunos con mejores máquinas y más experiencia. También a Quique de Juan, hijo de uno de los mejores pilotos españoles de los años setenta, que fue el antepenúltimo. Su presencia en el Mundial demuestra que la actual estructura permite la participación de equipos con medios escasos. El suyo lo forman él, un mecánico y una moto anticuada. Con el fijo de salida y los premios por clasificación esperan sobrevivir.
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