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Otros recintos de espectáculos funcionan sin problema con los fallos reprochados al Bernabéu

Ana Alfageme

Algunos de los requisitos de seguridad que el Ayuntamiento ha exigido al Real Madrid para que abra su nueva grada no se cumplen en los otros dos campos de Primera División -Vicente Calderón y Vallecas- ni en el Palacio de Deportes de la Comunidad ni en la plaza de toros de Las Ventas, tal y como ha comprobado El País Madrid. Algo común a todos estos recintos, en los que se agrupan miles de espectadores, es la escasa indicación de las vías de evacuación del público.

Algunos de los 60.000 aficionados que caben en el estadio Vicente Calderón no podrían salvarse bajando al césped en caso necesario, algo que sí permite el Bernabéu. El Ayuntamiento ha reprochado al Madrid que las vallas que rodean el césped no se abren áutomáticamente. Pues bien, el Atlético ha instalado una pared transparente que impide acceder al césped desde la tribuna preferencial o el palco preferente. El campo de juego, en el resto del estadio, está separado por un foso de más de dos metros de anchura y tres de profundidad. Para proteger a los forofos de las caídas, hay una barandilla, que no supera la cadera de un espectador de estatura media. En caso de una reacción de pánico resulta fácil imaginar que un par de empujones bastarían para que los primeros de la fila cayesen al foso.El estado de las escaleras del estadio es bueno en general, aunque hay peldaños con desperfectos, algo que también el Ayuntamiento reprocha al Real Madrid. El visitante puede fijarse en la escalera lateral derecha de la tribuna preferencial, con un par de escalones cuyo relieve es irregular. Y en dos ejemplos más: los peldaños que suben al pasillo 18 (sector 320-319) o la escalera 5 del anfiteatro superior lateral.

Llama la atención, al hacer un recorrido del estadio Calderón, que están bien indicadas las ubicaciones de las localidades. Pero eso no ocurre para salir: la señalización es muy escasa. Algo que salta a la vista también en Las Ventas, el estadio de Vallecas y el Palacio de los Deportes.

Protección Civil del Ayuntamiento no incluye en sus informes ninguna anomalía de las observadas por El País Madrid en el Vicente Calderón. En el elaborado con fecha del 26 de abril de 1993 sí destaca, en cambio, que los cuartos de transformadores y la sala del grupo electrógeno no constituyen sectores aislados respecto a los bajos del estadio.

Miguel Ángel Rubio, portavoz técnico del club, manifestó ayer que en el Calderón cumple todas las normas y dispone de un plan de evacuación de emergencia. "Además", recalcó el técnico, "en este estadio todos los espectadores están sentados, al contrario que en el Bernabéu. lo que evitaría las avalanchas de público. El campo se vacía en cuatro minutos".

Protección Civil del Ayuntamiento no ha facilitado los informes de seguridad de Las Ventas, del estadio de Vallecas y del Palacio de los Deportes.

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En las paredes de los amplios pasillos que rodean Las Ventas (23.000 espectadores) hay más letreros que orientan hacia los urinarios que hacia las puertas de la plaza. Y las dos escaleras que flanquean la puerta grande de la plaza tienen unos cuantos escalones con desperfectos, algo que también ocurre en el tendido bajo 10. Eso sí, todos los vomitorios -menos dos- están bien señalados por una luz encendida y podían así verlas los miles de adolescentes que asistieron la pasada semana al miniconcierto de New Kids On The Block.

A oscuras

El estadio de Vallecas (21.000 espectadores) alberga a muchos aficionados de pie. El césped se separa del graderío con una valla alta alrededor del campo, con un par de puertas en cada lateral que están cerradas con llave, de forma similar a la situación del Bernabéu. Las salidas no están bien indicadas y un recorrido por el estadio del Rayo durante el partido del pasado domingo permitió observar también escalones con deficiencias que pudieran, en caso de evacuación rápida, provocar tropezones.El Palacio de Deportes de la Comunidad se convirtió, durante el espectáculo sobre hielo La Bella y la Bestia, hace unos días, en un cuarto oscuro con 5.000 espectadores. Los pocos puntos por donde penetra la luz natural fueron tapados, y el alumbrado de emergencia que orientaba a los espectadores hacia las puertas o no funcionaba o había sido cubierto de publicidad.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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