Los 'carrozas' no son negocio

Tres de los jugadores mejor pagados del fútbol español, pertenecientes a un mismo equipo, Butragueño, Michel y Sanchis, del Real Madrid, no tienen cláusulas de rescisión de contrato. Se conoce que en el club no tienen miedo a que abandonen el equipo y se vendan al mejor postor. Los intermediarios de turno tampoco han echado el ojo a su caza. Los técnicos y ojeadores de los equipos reconocen: "Son jugadores que no interesan. Además, seguro que no dejan su club por todo el oro del mundo. ¿Donde van a ganar más?".No son negocio. No llueven las ofertas por hombres que ya han superado los treintena de años o están a punto de hacerlo. Cuando hace años los cantos de sirena del fútbol italiano sonaron a sus puertas rentabilizaron al máximo la oportunidad para blindar algunos de los mejores contratos que registra la historia del fútbol español, con ingresos superiores a los 200 millones de pesetas limpios de impuestos por temporada. Ramón Mendoza, cuando aún se creía que la Quinta del Buitre podía dar mucho más de sí, fue el responsable de las mejoras económicas.

Los años no perdonan y además marcan la excepción sobre la norma del imperio de las cláusulas de rescicisón de contratos. Los viejos de cada equipo están limpios de toda cláusula. "Para qué vamos a atarles. No hace falta. Ya lo hacen los años", fueron explicaciones que dieron en el Valencia con su portero Sempere, en el Racing con Quique Setién, o en el Sevilla con Diego. Los tres jugadores veteranos, tienen, respectivamente, 36, 35 y 33 años ya en sus botas.

En cambio otros carrozas, como Larrañaga, con 35 años, tiene una cláusula de 500 millones en la Real Sociedad. En otros equipos, a los veteranos se les permite ir en la cola de las cláusulas, como sucede con Orejuela, en el Rayo Vallecano, o el portero Viti, en el Oviedo, ambos con 33 años.