Se inician trámites judiciales contra nueve implicados en la mafia china

La Guardia Civil, ejecutora del mazazo dado esta semana a una banda de la mafia china que opera en Madrid, pondrá hoy a disposición judicial, informan fuentes de la investigación, a nueve de los 65 chinos capturados el pasado jueves en la capital, a los que se suman otros 15 en Ciudad Real. Estas personas son los dirigentes de los locales donde explotaban en condiciones de esclavitud a los trabajadores que carecían de permisos de residencia y trabajo, los cuales iban a pagar precisamente con su trabajo. Y también el cabecilla mafioso dueño del restaurante Shan-Ghai, un hombre con residencia legal en España. En este restaurante se encontró numerosa documentación falsa.Otras 17 personas detenidas en Madrid han sido puestas en libertad. Se trata de aquellos empleados con los permisos de trabajo y residencia en regla.

Mientras, 35 trabajadores de los talleres han pasado al Centro de Documentación de la Policía Nacional, dado que no tenían ningún documento legal. Fuentes de la investigación indican que estas personas llevan muy poco tiempo en España. Según la norma de funcionamiento habitual de las seis tríadas (mafias) que operan en Madrid, estos inmigrantes, a su llegada, fueron encerrados en los talleres donde hasta dormían. Para retenerles, se les retiraba cualquier documentación hasta que satisfacían el pago del viaje desde China, sobre un millón de pesetas.

La explotación de los inmigrantes por sus compatriotas no tenía límite. De esta forma, cuatro menores capturados en la red da del pasado jueves también trabajaban en los talleres de confección. La Guardia Civil les ha trasladado a un centro de acogida de menores de la Comunidad.

Las fuentes citadas han señalado que durante las diligencias, practicadas desde el jueves hasta esta madrugada, sin hacer recesos ni siquiera de noche, los detenidos no han desvelado prácticamente detalle alguno sobre la organización de la banda a la que presumiblemente pertenecen: "Se trata de gentes con otra mentalidad y otra cultura" que respetan una férrea ley del silencio.