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Entrevista:

"El arte se cuece en las grandes capitales"

El artista madrileño, de 65 años, nació en la plaza del Carmen, muy cerca de Juan Gris. En su memoria, Madrid apenas tiene coches, las bicicletas campan Gran Vía abajo y la Telefónica está calada por las bombas. A los 11 años entró en el Prado por primera vez, y salió pensando que aquello no era sino una suerte de tapices. Tras vivir, es tudiar, pintar aquí y allá, coleccionar arte joven y alimentar amistades, como la de Antonio López, un buen día, siendo miembro de la junta del Círculo de Bellas Artes, coincidió con Joaquín Leguina. "¿Tú qué esperas de nuestra incipiente comunidad?", le preguntó el presidente. "Espero que Madrid siga siendo un lugar donde a nadie le importe saber (le dónde viene su vecino". Y añadió: "Si algún día me siento marginado por ser madrileño, ya te lo diré".Pregunta. ¿Y ha llegado ese momento?

Respuesta.Mientras en otras autonomías florecen las ayudas a los artistas jóvenes, becas, premios, adquisiciones para museos locales, aquí no he visto a nadie: preocuparse así. La verdad es que siento envidia por los que tienen patria, cuanto más chica, mejor. Yo, con 64 años, no tengo un solo cuadro en el Museo Municipal de Madrid.

P. Pero será gratificante exponer con éxito en la galería Marlborough de Nueva York.

R. Es importante en muchossentidos, aunque Nueva York es igual que París o Madrid. Más grandes, con más dinero, más coleccionistas, en el fondo un poco pueblo, porque el mundo del arte es pequeno, y para encajar en ese tinglado.

P. ¿El arte tiene que pararle los pies al puro negocio?

R. Si el negocio es limpio, no veo por qué. El arte y el comercio son cosas diferentes. La clave está en que el artista sepa mantener su independencia. Los artistas saben muy bien lo que tienen que hacer para que un cuadro se venda, y la sola tentación me repugna.

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P. Lucio Muñoz, además de pintar, colecciona.

R. De joven, cada vez que vendía un cuadro, invertía parte del dinero en artistas también jóvenes. Así me pude hacer con algún Antonio López, Millares, Saura o Tápies, que ahora no podría comprar. Pero compro mientras tengo sitio donde colgar los cuadros.

P. ¿Es el Prado su museo favorito?

R. Tengo muchos favoritos; no son mejores unos que otros, son diferentes. El Metropolitan de Nueva York es increíble en arte negro, sirio, de Oceanía, en arte egipcio, a pesar de lo amontonado que está.

P. ¿Y el MOMA?

R. Una joyita, no hay nada malo. Algo muy difícil, porque, cuando se inicia una colección, no todo está a la venta.

P. ¿Quizá en el Reina Sofía se han planteado muy tarde el empezar a comprar?

R. ¡Ja, ja! Dudo que ni siquiera se lo hayan planteado. Parte del dinero empleado en su reconstrucción podía haberse invertido en comprar. En fin, cada patronato hará lo que pueda. Lo difícil ya es cubrir ciertas lagunas; vale más impedir que aparezcan otras. Parece que encajan muy bien las vanguardias extranjeras, no tanto el realismo español.

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