Piratas mecánicos
La pasada semana me dirigí a la Dirección General de Tráfico de Madrid haciendo uso de mi vehículo particular, un Volkswagen. Aparqué el coche en una calle al lado de este organismo público y entré para hacer unas gestiones. Cuando acabé y fui a recoger mi vehículo, con gran sorpresa para mí, no arrancaba, hecho extraño en un vehículo nuevo. En ese preciso instante apareció una persona con un mono de trabajo de la Volkswagen ofreciéndome su ayuda. En principio yo pensé en la suerte que tenía y accedí a que me lo reparara, y en el acto se introduce debajo del coche y saca de su bolsillo una pieza y una herramienta, arreglando el coche en segundos. Después de esto me pide 2.000 pesetas por la pieza y 1.000 por la mano de obra. Ahí terminé de darme cuenta de su jugada. En mi ausencia me había amañado el coche para luego cobrarme por arreglármelo, a lo que no accedí.Con esta carta quiero alertar a las personas de buena fe de estos piratas mecánicos y que desconfíen de estas actuaciones fraudulentas.-
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