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Un condenado a una multa en Alemania causa una matanza en el juzgado y se suicida

"¡Cuidado. Dispara en todas las direcciones!", llegó a advertir la ex novia del individuo que convirtió ayer en un campo de batalla la sala del juzgado de Euskirchet, una pequeña localidad situada a 15 kilómetros al suroeste de Bonn. La mujer no pudo evitar convertirse en una de las siete víctimas mortales de la ira de su antiguo novio, que después de ser condenado por una pena menor salió de la sala ofuscado para volver minutos después con una pistola y disparar sobre el juez, la fiscal y su familia y hacer estallar una bomba que le causó la muerte.

El autor de la matanza ha sido identificado por los vecinos del pueblo como Erwin Nikolajic, de 39 años y de nacionalidad alemana, que había visto denegado su recurso contra una multa de 7.200 marcos (casi 600.000 pesetas) impuesta hace un año por lesiones a su antigua compañera.La versión policial asegura que el sujeto abandonó la sala a la carrera, lanzando juramentos contra el juez. Pocos minutós después, el individuo volvió a entrar en la sala empuñando una pistola con la que disparó contra el juez, mientras éste intentaba alertar por teléfono a los servicios de seguridad.

El primer disparo alcanzó mortalmente en el cuello al presidente del tribunal. Las siguientes balas fueron dirigidas a la fiscal y al abogado defensor, que también resultaron muertos. Algunos funcionarios judiciales pudieron ponerse a salvo saltando por la ventana o escondiéndose tras los escritorios. Sin embargo, la antigua novia del individuo y un niño fueron alcanzados de lleno.

Antes de que los servicios de seguridad pudieran alcanzar la sala donde se había desarrollado la sesión, el hombre, que no tenía antecedentes, extrajo una bomba de una mochila y la hizo estallar. La detonación causó la muerte instantánea de Nikolajic e hizo saltar por la ventana el cuerpo sin vida de otra de las víctimas.

Quince personas resultaron heridas como consecuencia de los disparos y la explosión. Cuatro de ellas se encuentran en estado de extrema gravedad. La sala del tribunal, donde sólo se juzgan delitos menores, quedó totalmente destrozada.

Un portavoz de la policía aseguró que en este tipo de tribunales no existen medidas de control de acceso a las salas, por lo que el individuo pudo entrar sin problemas con la pistola y la bomba, cuya procedencia aún no ha sido determinada. La policía tampoco ha determinado la composición del artefacto o su fuerza explosiva.

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Fuegos artificiales

Los vecinos del juzgado, situado en una zona residencial, describieron los hechos como "una explosión de fuegos artificiales". Varias horas después de los hechos, los servicios de salvamento continuaban las tareas de rescate entre los escombros del derruido edificio, cuyos restos quedaron esparcidos en un radio de 100 metros.Un portavoz de la fiscalía de Bonn, Joerg Pietrusky, aseguró que "no existe ninguna motivación política". NikoIajic no había manifestado en ninguna ocasión que se proponía realizar un acto como el que conmocionó esta pequeña localidad renana al filo de la una de la tarde.

"Fue una explosión increíblemente alta", afirmó la propietaria de un restaurante situado en las inmediaciones. Para justificar su incredulidad, la mujer señalaba restos de las sillas y bancos de la sala del tribunal que salieron despedidos a la calle.

Un portavoz de la fiscalía en Euskirchen, que confirmó que entre las siete víctimas mortales se encontraba un niño, no pudo precisar si el menor había acudido a la sesión con el autor de la matanza o con su ex compañera. El portavoz aseguró que "es la primera vez que sucede un hecho así en Alemania".

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