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El fiscal pide 41 años por el crimen del emparedado de Vallecas

El fiscal de la Audiencia Provincial de Madrid solicita en sus conclusiones provisionales un total de 41 años de cárcel para los dos acusados de asesinar y emparedar en la vivienda que ocupaban, ubicada en el barrio de Vallecas, a un compañero con el que vivían.El juicio se celebrará mañana, martes, en la Audiencia de Madrid, y la acusación pública pide para José Becerra una pena de 29 años y tres meses de cárcel; y para Jesús Vioque, 12 años y tres meses de prisión, como acusados de asesinato e inhumación ilegal.

El fiscal señala en su escrito de acusación que, en el verano de 1992, Jesús Vioque conoció a Agapito Arenas y se fueron a vivir juntos a una casa de la calle de Argente, de Madrid.

En octubre, Agapito Arenas fue a San Sebastián a realizar un tratamiento contra la tóxicomanía y regresó con José Becerra, que fue a vivir a la misma casa. A finales de octubre o principios de noviembre, José Becerra se dirigió a la habitación que ocupaba Agapito Arenas, por quien sentía animadversión al entender que tenía un trato despectivo hacia Vioque y que le había golpeado en ocasiones.

Se originó una discusión entre ambos y, en un momento determinado, Becerra cogió un pico de albañilería "con el que golpeó reiteradamente la cabeza de Agapito, dejándole en estado agónico", según el escrito del ministerio público.

En ese momento se presentó en el lugar Jesús Vioque, alertado por los golpes, y regresó a su habitación tras ver lo que sucedía. Entonces Becerra "remató" a Agapito con nuevos golpes de pico.

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Tapiado con ladrillos

Posteriormente ambos procesados, de común acuerdo, abandonaron el arma con el que mataron al compañero en un contenedor y se ocultaron en una pensión. Sin embargo, a los dos días regresaron al lugar del crimen y envolvieron el cadáver de Agapito Arenas en un saco de dormir, Ambos homicidas ocultaron el cuerpo en un patio, tapiando con ladrillos ese lugar.

Pero el día 16 de febrero de 1993 el cadáver fue descubierto como consecuencia de las obras que realizaron los nuevos ocupantes de la vivienda.

Los nuevos inquilinos de la casa de Vallecas hallaron en primer lugar los pies del fallecido, todo ello según el escrito de conclusiones provisionales presentado por el ministerio público a la Audiencia.

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