Acciona celebra su cumpleaños con una fiesta de la ciencia

El Museo Interactivo de la Ciencia, Acciona, celebró ayer su primer cumpleaños. Fuegos incandescentes y pequeñas explosiones sustituyeron a las velas en una fiesta en la que no faltaron utilidades del hidrógeno líquido y otros materiales que sirvieron para realizar experimentos que, por su vistosidad, paralizaron las habituales visitas que recibe el centro, que este año ha logrado ver pasar a más de 250.000 personas.Dos jóvenes del museo experimental de Copenhague, vestidos de verde de pies a la cabeza, fueron los encargados de realizar demostraciones de cómo una flor se cristaliza en cuestión de segundos al entrar en contacto con el hidrógeno líquido rompiéndose en mil pedazos nada más tocarla o de simular el accidente que provocó la destrucción del dirigible alemán Hinderbug.

Tampoco faltó la inhalación por parte de los jóvenes daneses de gas helio, lo que provocó que su voz se alterase cómicamente provocando la risa entre los espectadores. Para Francisco de Blas, director de Acciona, esta gran fiesta de la ciencia ha demostrado, entre otras cosas, que la enseñanza de esta materia no tiene por qué ser tan rígida y que se puede aprender jugando.