KIO cambia su política de inversiones en el mundo y prepara la entrada en nuevos negocios

KIO, el brazo inversor de Kuwait en el exterior, pondrá en marcha inmediatamente una nueva política para sus inversiones en el mundo, estimadas en más de cinco billones de pesetas, a fin de compensar los costes de la reconstrucción del país y las pérdidas de más de medio billón de pesetas registradas en España con el Grupo Torras. El emirato quiere desprenderse de las participaciones menos rentables y realizar nuevas inversiones en otros sectores. En España, Kuwait ha decidido mantener sus intereses, en una primera fase, y no descarta la entrada en otros negocios.

Esta nueva estrategia, que supone un completo giro respecto de las intenciones del grupo inversor cuando estalló la crisis de Torras, tendrá importantes repercusiones en los principales mercados de capitales internacionales, debido a su significativa participación en el accionariado de algunas grandes empresas multinacionales y en el sector inmobiliario.Se trata de "iniciar una nueva política de inversiones entre cuyos objetivos está ampliar el peso de Europa en el conjunto", afirma Khalid Al-Tarraj, portavoz de la Kuwait Investiment Agency (KIA), organismo encargado de tutelar las inversiones exteriores del emirato. Entre ellas están las de la Kuwait Investiment Office (KIO), propietaria del conglomerado. de empresas del Grupo Torras en España.

En este país, KIO invirtió a través de varias sociedades holandesas que, en el momento de formalizar las entradas de capital, se presentaron como inversores privados. Las autoridades españolas están investigando si fue así o en realidad se trató de inversiones públicas del Estado de Kuwait.

Actualmente el Grupo Torras está en suspensión de pagos. A pesar de ello, los kuwaitíes explican que "no hay razones para no volver a invertir en España y nosotros confiamos en el futuro del país". Hace unos meses, KIO suspendió las conversaciones para la venta de su empresa más rentable en España, la azucarera Ebro, por la que ahora ha anunciado tener un gran interés.

Sin embargo, los kuwatiés se muestran muy cautelosos ante la posibilidad de aportar nuevos recursos para las empresas filiales de Torras en dificultades, como es el caso de Torraspapel o la química Ercros.

"Para nosotros no ha habido ningún cambio respecto a lo acordado con el secretario de Estado español, Pedro Pérez, cuando se firmó en Kuwait el acuerdo de intenciones de 1992", dice Al Tarraj, quien, no obstante, reconoce: "No conocemos aún a fondo la situación de las empresas españolas controladas por Torras. Esta información formará parte del informe que esperamos recibir en marzo".

Sobre eventuales contactos con las autoridades españolas a fin de negociar nuevas aportaciones, Al Tarraj asegura: "no existe una fecha fijada ni nadie nos ha pedido nuevas aportaciones para las filiales del Grupo Torras".

En relación con la posible existencia de pagos políticos en España durante el mandato de los anteriores gestores de KIO y Grupo Torras, los portavoces de KIA afirman que no existe ninguna prueba de que éstos se produjeran.

"Tras la invasión del emirato por Irak, en 1990, se vendieron muchos activos para financiar a los ciudadanos kuwaitíes dispersos por el mundo y al Gobierno en el exterior. Después de la liberación vinieron los gastos de reconstrucción del país. Todo ello ha dejado nuestra cartera de inversiones en una situación de gran desequilibrio", afirma Khaled Al Tarraj. Según diversos cálculos, las inversiones de Kuwait en el exterior descendieron desde los 100.000 millones de dólares de antes de la guerra, a poco más de 35.000 millones.

KIA ha creado un grupo interno de trabajo para definir la grandes líneas de esta "reconsideración general" de las inversiones. "Han estado trabajando durante cinco meses y esperamos que las primeras conclusiones estén sobre la mesa en marzo. A partir de ese momento comenzarán los cambios", indica Al Tarraj. La intención de los nuevos responsables de KIA es reforzar el control sobre las inversiones, especialmente las realizadas desde Londres. Sobre el futuro de KIO, los responsables de KIA niegan su desmantelamiento.