El embajador japonés justifica el cierre de empresas por la recesión
El embajador de Japón en España, Tatsuo Yamaguchi, dijo ayer que la reestructuración de empresas niponas en España "es necesaria, a causa de la recesión que hay en ambos países" y que hasta ahora las empresas japonesas instaladas en España han venido invirtiendo de forma constante. Para el embajador, la reforma del mercado laboral y de las condiciones de inversión permitirán aumentar las inversiones japonesas en España "al confiar en la capacidad de crecimiento de España, así como en el desarrollo del Mercado único en Europa".Yamaguchi dijo que la demanda de productos españoles en Japón se está recuperando gracias a la devaluación de la peseta.
El delegado del Gobierno para el Plan Nacional contra la Droga, Baltasar Garzón, pidió ayer "sensibilidad suficiente" a las instituciones públicas y empresariales implicadas en la crisis de Santana Motor para "no condenar al paro, y casi a la miseria" al pueblo de Linares. Garzón, que pasó parte de su juventud en Linares, recordó que esa localidad "depende casi en su totalidad de la fábrica de Santana".
Por su parte el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró que "en Suzuki vamos a actuar desde el Gobierno como en cualquier otra empresa del sector automovilístico". El ministro añadió que "vamos a tratar de buscar junto con los directivos de Suzuki y la Junta de Andalucía soluciones para garantizar la viabilidad de la empresa. Bien entendido que para el Gobierno esas soluciones tienen un punto de partida que es que se trata - de una empresa privada y sería malo que volviéramos a la época en la cual para solucionar la problemática de las empresas privadas entraba el Estado". El ministro terminó diciendo que 11 vamos a poner encima de la mesa la misma voluntad política que hemos puesto en otros casos semejantes que se han dado hace poco".
El Partido Andalucista, por su lado, reclamó que se inicie una guerra comercial con Japón, como ha amenazado con hacer el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, como consecuencia de las barreras puestas a la entrada de determinados productos norteamercianos en Japón.
El presidente de CC OO, Marcelino Camacho, denunció ayer el "chantaje" que supone la exigencia de Suzuki para no cerrar su factoría. Para Camacho la liberalización económica y los acuerdos que el Gobierno ha firmado con las multinacioales provocan "que nos dejen tirados como una colilla" ante situaciones de crisis como la que se vive.
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