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La excavadora acaba con 17 chabolas ilegales de Jauja

Por el barrio de Jauja, junto a la Vía Carpetana, se desparrama un poblado de chabolas que se reconvierten en casas prefabricadas. El Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginada inició en la mañana de ayer el derribo, por orden judicial, de 17 chabolas ilegales situadas en el distrito de Latina. La presidenta de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Bajo, Julia García, denuncia que los desalojados no han recibido con 72 horas de antelación la notificación del derribo y que una de las casetas no es ilegal.Los niños pasaron la mañana embobados por la magia de la excavadora. "Podían esperar hasta junio, que es cuando calienta", proponía un joven gitano ante la perspectiva de tener que pasar la noche en una tienda de campaña. María Marín, de 29 años, explicaba que su casa tiene "placa roja" (la número 1.141). Esta matrícula atestigua que sus moradores están censados. El inspector del Consorcio, Santiago Fernández, asegura que esa placa corresponde a los anteriores vecinos de la chabola. Los no censados no tienen derecho a una casa prefabricada. "Madrid no tiene por qué realojar a todos los chabolistas del país" alega Fernández.

Los chabolistas legales los censados en 1986- abandonan sus casetas por unas casas prefabricadas llamadas "yanquis" por los gitanos al haber deformado con el habla el anagrama de una de las empresas que las fabrica, Sanquis (Sánchez Quirós).

En el barrio de Jauja se van a construir 80 sanquis, por los que pagarán 2.500 pesetas de alquiler al mes, "y si no se paga, te echan al año", se quejan los chabolistas. A pocos les gusta. "Se oye todo, hasta cuando chingamos", asegura Palmira.

Algunas de las familias piden que se retrase el derribo hasta que les concedan la vivienda del Ivima que han solicitado.

De otro lado, durante la madrugada de ayer, el fuego destruyó siete chabolas de Los Focos que, según la Policía Municipal, "se encontraban vacías". El incendio no causó heridos.

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