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El parque natural del Circo de Peñalara multiplica por diez su superficie

José Manuel Romero

Los alrededores del macizo de Peñalara, el último escalón en la Comunidad de Madrid, con 2.429 metros de altitud, han empezado a preparse para ser parque regional, tras un año de complicadas negociaciones en tre los dirigentes autonómicos y el alcalde de Rascafría, en cuyo término municipal se encuentra en esta zona protegida. La propuesta para multiplicar por 10 la extensión del diminuto parque de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, y proteger una de las zonas de mayor valor paisajístico de la región -que partió de Izquierda Unida- llega hoy a la junta rectora del parque, donde será aprobada antes de su envío al consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid.

El Pleno del Parlamento regional solicitó hace un año la ampliación del parque natural de Peñalara como principal condición impuesta por IU para apoyar el proyecto del Ejecutivo sobre la sierra de Guadarrama, donde, junto a diversas actuaciones de mejora medioambiental se proyectaba instalar un sistema de producción de nieve artificial en tres pistas del puerto de Navacerrada. IU entendió que las mejoras de la sierra podrían desatar la especulación y reclamó medidas. Por ello, exigió que el entorno de las cumbres de Peñalara se protegiera ampliando el parque.

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Los montes municipales de Rascafría quedarán fuera del parque natural

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El director de la Agencia de Medio Ambiente (AMA), Arturo Gonzalo Aizpiri, propondrá hoy a la junta rectora que el parque creado por ley en 1989 con una extensión de 768 hectáreas se amplíe en otras 8.554 hectáreas. El crecimiento se hará a costa de los montes públicos del Estado que rodean el macizo de Peñalara. Sin embargo, el área protegida no ocupará los montes municipales que abrazan el núcleo urbano de Rascafría. "Hemos salvado así la principal reticencia del Ayuntamiento, que no quería que se declarase parque a sus montes municipales", explica Gonzalo Aizpiri.

El Ayuntamiento de Rascafría organizó hace un año un referéndum entre sus 1.300 vecinos en el que la mayoría de los votantes se opuso a la ampliación del parque. Los nuevos límites del espacio natural, que se extiende por casi todo el término municipal de Rascafría, no impiden futuros crecimientos urbanísticos de esta localidad.

Los promotores de la ampliación del parque se sienten satisfechos. "Nos alegramos del diseño final y del cumplimiento de nuestra propuesta para mejorar el proyecto de ecodesarrollo de la sierra del Guadarrama", explica Juan Antonio Candil, portavoz de Medio Ambiente de IU en la Asamblea regional.

La coalición cree que Rascafría se beneficiará de la ampliación por el previsto auge del turismo ecológico. Candil destaca también que las estaciones de Valdesquí y Valcotos, cuyos propietarios intentaron en 1988 montar junto al macizo de Peñalara un sistema de cañones de nieve artificial, serán calificadas zonas periféricas de protección del parque. "Con esta figura", explica Candil, "podremos obligar a las dos estaciones a reorganizar sus instalaciones con respeto al medio ambiente".

Dentro del nuevo parque se ha incluido la finca de las Cerradillas, junto a Valcotos, con lo que se evita un crecimiento de la estación invernal por esta zona. Arturo Gonzalo señala que con esta medida se podrá ejercer una vigilancia más estrecha y se garantizará una mayor protección de toda el área.

Los vecinos de Rascafría participarán directamente en la conservación del parque, pues con la ampliación también crece el número de miembros de la junta rectora. Junto al alcalde de Rascafría, que ya forma parte de este organismo, se sentará a partir de ahora un representante de la asociación ciudadana del municipio.

Una real orden suscrita el 12 de octubre de 1930 por Alfonso XIII declaró sitio de interés natural a Peñalara. "La rapidez de los modernos medios de locomoción", exponía la orden, "permite que la gran urbe madrileña pueda tener, como lugar de saludable y culto esparcimiento y descanso espiritual de la afanosa vida ciudadana, la cercana sierra". La declaración había sido requerida por la Real Sociedad Española de Alpinismo.

Cuarenta años después de proteger aquel paraje situado a 70 kilómetros de la capital, las autoridades dieron el visto. bueno a un proyecto de estaciones invernales junto a las laderas del macizo de Peñalara. Así nació Valcotos.

3.000 viviendas

El plan de conquista de aquel espacio natural no sólo incluía pistas y remontes, sino también la promoción de hasta 3.000 viviendas. En 1987, la permanente escasez de nieve llevó a los propietarios de la estación invernal a iniciar unas obras ilegales para levantar un dique de 100 metros de largo, 4 de ancho y 5 de alto junto a una de las lagunas, desviaron el cauce del arroyo y sembraron de tuberías la zona. Eran los preparativos para instalar cañones de nieve artificial, pero las denuncias ecologistas llegaron a la Asamblea de Madrid y los propietarios de Valcotos tuvieron que restaurar todo lo destrozado y olvidarse de sus ambiciosos planes.

Aquel proyecto inconcluso fue calificado por los ecologistas como "el mayor atentado ecológico ocurrido en la región en 20 años". En el Parlamento regional, la polémica se cerró con la aprobación de una ley que creaba el parque natural de la Cumbre Circo y Lagunas de Peñalara, con idénticos límites que aquel sitio de interés natural declarado en 1930.

En las cumbres de Peñalara nacen las aguas que dan de beber a un tercio de la población madrileña y que vierten el deshielo hacia el valle del Lozoya.

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