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GUERRA EN LOS BALCANES

La ONU pide 3.000 'cascos azules' más para asegurar la desmilitarización de Sarajevo

El mando de la ONU en Bosnia ha pedido urgentemente entre 2.500 y 3.000 soldados más (ahora hay 3.000) para garantizar la vigilancia del alto el fuego en Sarajevo y controlar la entrega de las armas pesadas serbias. Contingentes reducidos de soldados de la ONU desplegados en otras partes de Bosnia son esperados en la capital, en la que se cumple ya una semana de cese efectivo de las hostilidades, para reforzar el despliegue de los cascos azules entre serbios y musulmanes. Ayer se produjo la primera violación seria del alto el fuego: un civil murió por los disparos de un francotirador. que abrió fuego desde el barrio de Grbavica, bajo control serbio, según confirmó la ONU.

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El jefe de las tropas de la ONU en Bosnia, el general británico Michael Rose, que está convencido de poder llegar al domingo con el armamento bajo su con trol, dio ayer el primer mensaje concreto de esperanza al opinar que el lunes próximo "debería ser un día cualquiera". A cuatro días del ultimátum de la OTAN para bombardear las posiciones serbias que cercan desde hace casi dos años Sarajevo y han convertido en rehenes a 300.000 personas, los aviones de reconocimiento de la Alianza han multiplicado su actividad y rasgan el cielo desde primeras horas de la mañana. Organiza ciones internacionales como la Cruz Roja han anunciado a su personal que debe estar dispuesto para abandonar el viernes la ciudad y viajar a Zagreb.

EE UU, Reino Unido, Canadá, Francia y Holanda están en tre los países a los que el mando de la ONU ha pedido cascos azules. La petición de la ONU pare ce haber recibido ya un no de Holanda y Francia, el mayor contribuyente al despliegue, y una más que fría acogida por parte de los restantes. Washington ha rehusado hasta ahora en viar tropas a la antigua Yugoslavia. Está previsto que lleguen a Sarajevo, entre tanto, contingentes mecanizados jordanos, escandinavos, británicos y eslovacos procedentes de otras guarniciones en Bosnia y para los que hay problemas de alojamiento en las instalaciones militares.

Alto el fuego

El mando de la ONU en Bosnia intenta contra reloj dotarse de todos los medios que puedan contribuir a garantizar el alto el fuego en vigor y el control efectivo del armamento pesado serbio que exige la OTAN como condición indispensable para no lanzar sus aviones sobre Sarajevo a partir de la medianoche del domingo. El Estado Mayor de la ONU espera en cualquier momento la llegada de un elemento decisivo de control a medida que se acerca el día H: radares móviles de localización de tiro, destinados a fijar con precisión el origen de un disparo que rompiese esta preciosa tregua.Hoy se reúnen en Zagreb, capital de la vecina Croacia y centro de operaciones de la ONU, el comandante de la OTAN en el sur de Europa, Michael Boorda; el representante especial del secretario general de la ONU para la antigua Yugoslavia, Yashusi Akashi, y el jefe de los más de 26.000 cascos azules en la antigua Yugoslavia, Jean Cot.

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Esta cumbre tripartita debe llegar a un acuerdo que ponga fin a las discrepancias surgidas entre la ONU y la OTAN sobre la forma en que, llegado el caso, ha de ejecutarse el ultimátum aliado.

Antes de viajar a la capital de la vecina Croacia, el general Cot convocó ayer a los periodistas en el aeropuerto de Sarajevo para enfatizar que la ONU y la OTAN están sustancialmente de acuerdo. Acompañado del general Michael Rose, Cot consideró que el sistema puesto en marcha en Sarajevo garantiza el control efectivo del armamento pesado serbio. Pero se apunta una tercera opción entre el alejamiento a más de 20 kilómetros y la simple recogida: que algunas piezas sean inutilizadas por la ONU en el lugar donde están emplazadas.

La próxima pesadilla de Unprofor es que un disparo aislado de mortero cuyo origen no pueda ser localizado dé al traste con la frágil tregua, y que los radares móviles que deben llegar en cualquier momento de Francia y el, Reino Unido no estén desplegados antes, y que cada uno de los dos ejércitos enfrentados acuse al contrario. Ahora, con los cascos azules desplegados entre los combatientes, la ONU puede y necesita saber de qué lado se produce, si se produce, una ruptura del alto el fuego. Los radares tienen un radio de acción de al menos 40 kilómetros y pueden establecer en segundos con total fiabilidad el origen de un disparo artillero. De haber estado desplegados en Sarajevo hace un par de semanas, habrían podido precisar de dónde partió la granada que mató a 70 personas en un mercado, origen del ultimátum de la OTAN.

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