El ultimátum a los serbios abre fisuras entre la ONU y la OTAN
El frente internacional formado para atajar la guerra en Bosnia mostró ayer las primeras fisuras. Éstas permiten albergar dudas sobre la voluntad real de intervenir en el conflicto. Los mandos de los cascos azules de la ONU presentes en Bosnia afirmaron que es a ellos, y no a la Alianza Atlántica, a quienes corresponde dar la orden de bombardeo. Bill Aikman, portavoz de las fuerzas de las Naciones Unidas (Unprofor) en Bosnia, dijo que el plazo de 10 días fijado para que los serbios retiren sus piezas de artillería a 20 kilómetros de Sarajevo es un ultimátum de la OTAN, no nuestro".El plazo vence a la una de la madrugada (hora peninsular espafñola) del próximo día 21. Mientras en aguas del Adriático se realizan preparativos militares para castigar a los sitiadores serbios de Sarajevo, los representantes de las Naciones Unidas en el lugar del conflicto aseguran que no tiene sentido bombardear si a la hora en que vence el ultimátum se mantiene el alto el fuego y la entrega de armas.
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