_
_
_
_

El baile de mascaras como una de las bellas artes

Los curiosos admiraron el paso de los disfraces hacia el carnaval del Círculo

Por una noche se hizo posible sentirse el blanco de todas las miradas, como un artista en un estreno de Hollywood, al entraral baile de máscaras del Círculo de Bellas Artes. Grupos de curiosos hicieron pasillo en la noche del sábado y jalearon a los cerca de 900 asistentes que ascendieron al infierno de la segunda planta de la sede del Círculo, en la calle de Alcalá. A diferencia del carnaval callejero, no hubo alusiones críticas al Gobierno ni a la crisis.

Los mozart, dráculas y viudas negras acudieron como un solo hombre a los ritmos de pachanga y de los Beatles que reinaron durante la noche. En el infierno, en la planta segunda, abundaron los ritmos fuertes; en el cielo, en la primera planta, los más salseros.La máscara permitía danzar y piropear sin complejos e inhibiciones, aunque el ligoteo se quedó la mayoría de las veces en la distancia y la mirada ardorosa. Y ello, a pesar de que la adopción del personaje de don Juan o del César ayudan a cometer algunos excesos. Carnavaleros sin disfraz dieron un toque de normalidad extraño a un baile en honor de Don Carnal. Abundaron las máscaras a lo veneciano, tan inquietantes.Con entradas a 7.000 pesetas y sin consumición -3.500 pesetas para los socios- se dio una ausencia total de personajes que hicieran críticas a la crisis o al Gobierno. Hubo quien echó de menos ver a algún Mario Conde que otro.

La plana mayor del Círculo de Bellas Artes -su presidente, Pedro García Ramos, y. el director, Enrique Baquedano- acudió a su gran fiesta.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_