Una ceremonia a 13 bajo cero

Los Juegos se abrieron con una ceremonia a 13 grados bajo cero de temperatura, pero mucho más fría por dentro de lo que los bailes, cánticos y. tradiciones, con el apoyo entusiasta del público, pudieron indicar. Juan Antonio Samaranch, presidente del COI, por ejemplo, pidió el gesto simbólico para Sarajevo junto al presidente del comité organizador (LOOC), que se ha sumado con desparpajo de anfitrión a las críticas de falta de democracia en el máximo organismo olímpico. Y unos momentos después, Vegard Ulvang, el prestigioso esquiador de fondo que ha llamado fascista al presidente del COI, prestará el juramento de los atletas, que competirán teóricamente sin ayudas de dopaje. La Federación Internacional de Esquí, sin embargo, como no se fía, hará controles de sangre junto a los habituales de orina.Siempre que empiezan unos Juegos, los que quieren ver todo positivo desean que lleguen las competiciones para tapar los trapos sucios. Hasta estos Juegos, que se vendieron como ejemplo de respeto a la ecología, van a poder ser otro ejemplo de agresión. Para el futuro, al menos, quedará el recuerdo de que el saltador Stein Gruben, sustituto del lesionado Ole Gunnar Fidjestoel, no se cayó con la antorcha.

Hoy se concederán las primeras medallas de los Juegos, con la habitual lucha nórdica, alemana, holandesa y rusa en los 15 kilómetros de esquí de fondo femenino estilo libre (como patinaje), y en los 5.000 metros de patinaje de velocidad masculinos.

Pero la atracción estará en el descenso alpino masculino. En la pista de Kvitijell ganará el que cometa menos errores. La seguridad se ha reforzado al máximo después de la muerte de Ulrike Maier, pero el riesgo es inevitable. Con pendientes hasta del 64%, saltos de 45 metros y velocidades sobre los 120 kilómetros por hora en ciertos momentos de los 3.035 metros del recorrido, es imposible garantizar nada. Será la primera apuesta del líder de la armada noruega, Kjetil Andre Aamodt. Los entrenamientos de los españoles entre 80 participantes no son esperanzadores: Javier Ubeira, 64º; Luis Cristóbal, 65º dos veces; Vicente Tomás, 74º el primer día y 69º el segundo.