Marionetas y moralejas en el teatro infantil
Todos los fines de semana, ocho de los 32 teatros que hay en Madrid -cuatro de ellos, salas alternativas- programan funciones para niños de entre cinco y 12 años de edad. La oferta recoge desde cuentos clásicos hasta historias narradas por marionetas, o relatos para hacer pensar.El gato con botas reside durante estos días en dos teatros municipales: en el Centro Cultural de la Villa, interpretado por los ingeniosos títeres del Teatro la Gaviota y en el Teatro Español, con actores de carne y hueso dirigidos por Mara Recatero. Otro clásico en la cartelera es Blancanieves y los siete enanitos, en la Sala San Pol, el único local de Madrid que programa exclusivamente teatro infantil. Esta vez, lo narran los Títeres de Horacio, unas marionetas llegadas desde el teatro de Títeres de Praga. Ana María Boudeguer, consejera de la sala, asegura que los niños prefieren los clásicos de la literatura infantil. Entre semana reciben entre 500 y 1 000 niños y los fines de semana, unos 400.
La mayoría de las historias que se cuentan en estas funciones incorporan un mensaje didáctico o tratan de que los niños se esfuercen en pensar. Pedro y el lobo, de Prokófiev, la obra que el Teatro de Sombras de Nicolás Mallo proyecta en la sala Mirador, ayuda a los niños a distinguir los instrumentos musicales. Esta sala saca a taquilla 50 entradas los fines de semana, "y se venden todas", dice Mallo.
Los miembros de la compañía Dante han escrito su propio guión, Amarillo por dentro, en el que lanzan un mensaje antirracista. Y en la Cuarta Pared, El niño instantáneo explica a los más pequeños que nada es malo del todo ni bueno del todo.
También están los grandes de la literatura. Cervantes y Lope de Vega hacen reír a niños y adultos en el Teatro de Cámara.
Entre 500 y 1.000 pesetas. Direcciones, en cartelera.
