Un experto en fabricar bombas

"Es muy bueno". De forma tan rotunda recomendaba el entonces número uno de ETA, Francisco Múgica Garmendia, Pakito, a un activista de su total confianza para que el veterano José Luis Urrusolo Sistiaga le incorporase a su comando itinerante. El recomendado era Jesús García Corporales, también conocido como Legionario o Gitanillo. "Además tiene mucha infraestructura propia", añadió Pakito durante su charla con Urrusolo en Bidart, según la documentación de la propia banda incautada por la policía.Pero Urrusolo no confió en Gitanillo: "No reúne las condiciones adecuadas". Legionario, huido a Francia en 1989, se integró en el aparato de logística de la banda hasta que en 1992 recibió la orden de reactivar el comando Madrid, junto con José Javier Arizcuren y Soledad Iparraguirre.

Moreno, 33 años, 1,70 y elegante, son las señas que Interior incluyó sobre él en el millón de folletos que repartió con datos y fotos de los tres activistas. Legionario es un consumado experto en explosivos y ha dirigido algunos de los pocos cursillos de adiestramiento que la banda armada ha podido desarrollar en los últimos tiempos en el sur de Francia.

La "infraestructura propia" que citaba Pakito es, seguramente, la que ha usado el comando Madrid en los últimos atentados en la capital, por ejemplo, el asesinato de los siete ocupantes de una furgoneta militar con un coche bomba en junio de 1993.

Antes de huir a Francia, Corporales formó parte del comando Araba desde 1988 hasta que la policía lo desarticuló en septiembre de 1989. Por sus actos en esa temporada, la Audiencia Nacional le tiene procesado por seis atentados, entre ellos la colocación de media tonelada de amosal en el cuartel de la Guardia Civil de Llodio.